Joan Carles Valero - Letras expectativas
Datos y confianza
«Los gigantes tecnológicos han protagonizado importantes escándalos por el uso de los datos de sus clientes »
La transformación digital de nuestras vidas y la revolución de los datos, cuya acumulación deriva en el capitalismo de vigilancia, son dos retos que afectan a cuestiones de competencia y privacidad por el uso que hacen los agentes económicos de toda la información que poseen sobre nosotros. La irrupción de los gigantes tecnológicos GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple) en el mundo financiero pone en entredicho el uso responsable de los datos de sus millones de usuarios. La banca aún atraviesa como sector un problema de reputación, aunque cada uno de sus clientes confía en su entidad. Y no solo por el concepto de responsabilidad fiduciaria, en el sentido de su compromiso a solo usar los datos en interés de sus clientes.
Los gigantes tecnológicos han protagonizado importantes escándalos por el uso de los datos de sus clientes para fines no previstos o para compartirlos con terceras empresas, frente a una banca que es garante natural de la privacidad de todo lo que concierne a sus clientes. No sólo porque están sujetos a una regulación y supervisión continua, sino porque su negocio no se basa en compartir datos ni en obtener ingresos por publicidad, como los GAFA.
En banca se maneja información y confianza, bits y trust . Las grandes plataformas tratan de generar confianza a la hora de reservar un vuelo, un hotel o una compra, pero cuando se trata de una hipoteca con una vinculación de 30 años, o poner en juego el patrimonio personal, ahí la confianza de una relación a largo plazo es fundamental, y la única que puede salvar la asimetría en este mercado tan tecnológico al ofrecer seguridad jurídica.
Además de la confianza, la responsabilidad social de las entidades es la única forma sostenible de mejorar la reputación de unos bancos comprometidos ética y socialmente con su entorno. Paradigma de responsabilidad social es CaixaBank, un banco propiedad de la Fundación Bancaria la Caixa. Evitar el cortoplacismo y estar atentos a las preocupaciones de los grupos de interés o stakeholders, desde los empleados a los proveedores, accionistas, clientes y la sociedad en su conjunto; es la base sobre la que construir relaciones a largo plazo y de confianza. Unos cimientos que también fomentan la cooperación, crean sentido de pertenencia, compromiso y vinculación. Un propósito que, en el caso de la Caixa, se extiende a toda la sociedad desde 1904.