Intelectuales piden en un manifiesto neutralidad política y protección al castellano en las escuelas
Mario Vargas Llosa, Félix de Azúa, Cayetana Álvarez de Toledo o Carlos Jiménez Villarejo, entre los firmantes
Casi una veintena de entidades sociales y 140 intelectuales de prestigio han impulsado un manifiesto en el que exigen que la escuela sea un espacio neutro al margen de la política y se respete la convivencia entre las lenguas oficiales de cada comunidad. El manifiesto «Por la convivencia lingüística, la neutralidad política y la calidad educativa», impulsado por los profesores José Manuel Cansino, Antonio Jimeno Fernández, Alfonso Valero Aguado e Isabel Fernández Alonso, pide también que se garantice la calidad educativa en todo el territorio español.
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Entre los firmantes del documento se encuentran los escritores M ario Vargas Llosa, Fernando Sánchez Dragó y Andrés Trapiello; el filósofo Fernando Savater; el catedrático de Estética Félix de Azúa; el economista, Juan Velarde Fuertes, el periodista Arcadi Espada, y el catedrático de Economía Aplicada Jorge Calero Martínez . También lo secundan personajes relevantes del mundo de la politica y judicial como la candidata del PP en Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo, o el ex fiscal del Estado Carlos Jiménez Villarejo.
Combatir la exclusión del castellano
En el escrito, al que ha tenido acceso este diario, se apunta que «en las comunidades autónomas con dos lenguas oficiales se ha excluido totalmente, o en gran parte, el uso del español como lengua vehicular , en algunos centros se imparte adoctrinamiento nacionalista secesionista y, además, los resultados de nuestros alumnos en las pruebas internacionales demuestran que no están bien preparados».
Para combatir esta situación, los firmantes reclaman «la convivencia de las lenguas oficiales, que jamás deben ser utilizadas como elemento de confrontación ». A tal fin proponen «que los alumnos sean recibidos en su lengua materna y que, posteriormente, vayan incorporando progresivamente otra u otras lenguas». A la vez, defienden que «en el acceso a la docencia, el conocimiento de la lengua local en modo alguno puede ser un requisito excluyente ».
Evitar adoctrinamiento a través de manuales
La segunda reivindicación es garantizar la neutralidad política en la escuela «evitando cualquier intento de adoctrinamiento de los menores, ya sea a través de los manuales, símbolos políticos o actividades extraescolares », por cuanto «la libertad ideológica es un derecho fundamental y, por tanto, inalienable en un contexto democrático».
Por último, el manifiesto exige calidad educativa . En este sentido los impulsores recomiendas « establecer pruebas externas comunes para todos : una al final de la enseñanza Primaria y otra al final de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO)», con el ánimo de «estimular la cultura del esfuerzo, verificar que se respeta la neutralidad política, que se imparten con el debido rigor los contenidos de las diferentes asignaturas, descubrir los modelos educativos más eficaces y armonizar la calidad del servicio educativo para todos los alumnos, sea cual sea su lugar de residencia».
Los promotores de este texto lo harán llegar a todas las fuerzas políticas y actores educativos , con la petición de que se convierta en una cuestión prioritaria en el debate público y parlamentario.