Inmersión, una imposición política contra la evidencia pedagógica
Expertos coinciden en que escolarizar en varias lenguas optimiza el aprendizaje

El mejor gimnasio para el cerebro es el bilingüismo . Neurocientíficos, pedagogos y lingüistas han llegado a esta conclusión tras analizar profusamente durante años los beneficios de hablar dos lenguas desde las primeras etapas de aprendizaje. Dominar varios idiomas ejercita la mente, nos protege de futuras patologías neurodegenerativas e incluso favorece la inteligencia social , subrayan los expertos.
La propia Generalitat, que impone en las aulas un modelo monolingüe en catalán, reconoce oficialmente – véase edición de este diario del pasado día 8 de febrero – el «beneficio para el desarrollo integral» de los alumnos que supone que reciban clases en una lengua que no es la que han fijado como única vehicular en las aulas.
Mercè Vilarrubias, catedrática de inglés en la Escuela Oficial de Idiomas Drassanes de Barcelona y experta en lenguas, destaca en declaraciones a ABC las probadas ventajas de aprender desde la infancia en varias lenguas. « Encontrarse en la escuela con otra lengua que no es la materna, ayuda a entender a los alumnos que hay dos lenguas en la sociedad, despierta su curiosidad de cara a aprender nuevos términos y estimula su cerebro », señala la experta. Escolarizarse en dos o más lenguas ayuda también, según Vilarrubias, a «ver el mundo desde una perspectiva más amplia» y lo argumenta. «Aprender en lenguas diferentes te abre a nuevas culturas y te aporta una riqueza cultural que no te da el monolingüismo», señala la lingüista.
«Asimismo, si te educas en dos lenguas tienes más facilitad para aprender una tercera», añade Vilarrubias, autora del libro 'Sumar y no restar: razones para introducir una educación bilingüe en Cataluña'.
Como un semáforo
Argumentos pedagógicos al margen, la ciencia ha demostrado empíricamente las bondades de iniciar el aprendizaje en dos o más idiomas. Investigaciones sólidas apuntan, entre otras cosas, a la existencia de una ventaja causada por la forma en que procesan información quienes dominan más de un idioma. Del mismo modo que un semáforo, el cerebro de una persona que habla dos lenguas cuando tiene que elegir una palabra, da luz verde al idioma que está usando y frena con una luz roja el término del que no necesita . Este proceso lo repite varias veces al día y supone un saludable ejercicio que mejora la materia gris. El multilingüismo «mejora las funciones ejecutivas del cerebro, es decir, las que nos permiten razonar, resolver problemas, planificar el futuro y tomar decisiones», señala en declaraciones a ABC el catedrático de Psicobiología en el Instituto de Neurociencia y la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) Ignacio Morgado.
El experto ofrece pruebas fehacientes de las ventajas a nivel cognitivo que tiene aprender en varios idiomas . Alude como documento de mayor solidez científica a una investigación publicada hace años en la prestigiosa revista 'Nature'. «El trabajo sostenía que cuando se aprende la parte hablada de una lengua de forma temprana, ese conocimiento se instala en la parte central del cerebro, la que viene de serie preparada para esa habilidad, y la pronunciación es más perfecta. Eso no ocurre, sin embargo, en el bilingüismo tardío», precisa. Otro punto a favor del multilingüismo es, según Morgado, que mejora la capacidad de atención. « Los bilingües están más acostumbrados a prestar atención al estímulo que le hace hablar una lengua u otra », arguye.
Pero el hallazgo más relevante de estos últimos años tiene que ver, según afirma, con las ventajas no estrictamente lingüísticas del multilingüismo. «Investigadores de la Universidad de Chicago demostraron que para comprender la verdadera intención de quien habla uno debe ser capaz de situarse en la medida de lo posible en la perspectiva de quien habla, y eso lo favorece el multilingüismo », indica el neurobiólogo. En definitiva, aprender en más de una lengua, ejercita el cerebro de los niños, mejora su capacidad de atención e incluso favorece la inteligencia social. Todo ello sustenta la idea suscrita por la mayoría de los expertos en lenguas de que el monolingüismo es «una pequeña pobreza».
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