Ingresan a prisión siete ladrones afincados en Cataluña por robar con fuerza en casas de varios puntos de España
Los arrestados, que formaban parte de un grupo criminal organizado, empezaron su actividad delictiva en Tortosa y vivían en Hospitalet y Cornellà de Llobregat
Un dispositivo conjunto de miembros de los M ossos d'Esquadra, Policía Nacional y Guardia Civil desmanteló el pasado 1 de febrero a un grupo criminal que robaba en domicilios de diferentes puntos de España. La organización criminal empezó sus acciones en septiembre de 2021 en Tortosa (Tarragona) y entonces se inició una investigación que en un primer momento encabezaron los Mossos.
Los robos continuaron en diferentes puntos de la geografía española , lo que puso en advertencia a las fuerzas de seguridad del Estado. Los investigadores activaron los mecanismos de coordinación entre los diferentes cuerpos policiales y verificaron que varios miembros del grupo investigado estaban bajo vigilancia.
La investigación reveló que los miembros del grupo residían en Hospitalet de Llobregat y Cornellà de Llobregat (ambas en Barcelona) y que realizaban desplazamientos frecuentes al barrio de Puente de Vallecas (Madrid). También se detectaron viajes a menudo a Italia por parte de algunos miembros de la organización, lo que puso en manifiesto una posible actividad criminal transnacional.
La policía concluyó que el grupo criminal había actuado principalmente en las localidades catalanas de Tortosa (Tarragona), Taradell, Santa Maria de Palautordera, Navarcles y Manlleu (Barcelona), Linyola, Bell-lloc d'Urgell y Bellpuig, Sidamon (Lérida) y Sils (Gerona). Además, también delinquieron en Calera y Barracas (Toledo), Aranda de Duero (Burgos), El Espinar (Segovia) y Madrid.
Robos a pleno día
Los investigados actuaban siempre por la mañana, e ntre las 9 y las 14 horas . Al lugar de los hechos se desplazaban mínimo tres personas con dos vehículos, donde realizaban una serie de maniobras de contra vigilancia consistentes en conducción errática, según explican fuentes policiales.
Así, uno de los miembros se bajaba del vehículo con la cara tapada, mientras que los otros componentes en un primer momento controlaban la zona. Después, accedían a la casa haciendo palanca con un destornillador o una herramienta similar a la puerta principal, para después fracturar el bombín de la cerradura con un «pico de loro».
Si la anterior técnica no funcionaba, el grupo accedía por la ventana dejando junto a ella uno de los vehículos para cargar rápido los efectos sustraídos y asegurarse una fuga en cuestión de minutos. El otro vehículo hacía de avanzadilla para detectar controles policiales y dar tiempo a reaccionar a sus compañeros que llevaban los objetos robados.
Las joyas, principal objetivo
El grupo buscaba principalmente joyas, de las que después se desprendían en un máximo de uno o dos días. Así, los investigadores detectaron que la organización contactaba con un local de compraventa de oro de Usera (Madrid). Por otro lado, el resto de objetos los guardaban en sus domicilios hasta que los vendían, o bien se los quedaban para darles un uso particular.
Los agentes realizaron un total de seis entradas y registros en los domicilios de los investigados, donde se localizaron más de 7.000 euros en efectivo y más de doscientos objetos procedentes de los robos.