El infatigable Paco March

La Federación de Entidades Taurinas de Cataluña ha celebrado elecciones, y las urnas han dado el mejor resultado posible. Por unanimidad, Paco March ha sido reelegido como presidente. Era una responsabilidad de Paco presentarse, aunque a veces los continuos reveses hayan hecho que las fuerzas flaquearan.

Los que conocemos a March sabemos que es duro de pelar, y por eso decidió seguir al frente de la Federación, si las entidades, clubs y peñas taurinas que todavía siguen en pie en Cataluña, así lo consideraban. Y como no podía ser de otra forma, el infatigable March mantiene a sus espaldas la pesada responsabilidad de seguir adelante en esa lucha por recuperar la Fiesta para Cataluña.

Mucho ha sido el trabajo realizado sin descanso, pegándose la mayoría de las veces contra un muro de desesperanza. No le ha hecho mella, al contrario. Y para culminar su mandato fue pieza clave para que la Fundación Toro de Lidia presentara ante el Ayuntamiento de Olot la petición formal para celebrar una corrida de toros en su plaza.

Fue la mejor noticia, el aliento que los aficionados catalanes necesitaban tras tantos años de horfandad. Pudo ser el colofón para la gestión de March al frente de la Federación Taurina y seguir con su actividad profesional en la información. Hubiera sido lo más fácil, pero March no estaba dispuesto a dejar la batalla para que las corridas de toros vuelvan a Cataluña, cuando todos ven en él al más indicado para abanderar la lucha.

Así va a ser por la decisión más democrática, y seguro que así lo va a hacer el nuevo presidente electo. Buen aficionado, amante del mejor toreo, no esta dispuesto a dejar que la sinrazón que se vive en tierras catalanas se lleve por delante su pasión, cuando la ley esta de su parte, de parte de esa resistencia que ha dado innumerables ejemplos de infatigable capacidad para batallar por la libertad perdida. Paco March sigue siendo su ariete.