Oti Rodríguez Marchante - Barcelona al día
El independentista Mas añora la autonomía
El catalanismo pero poquito defendía ayer que este control preventivo del dinero no es prudente
Si alguien entiende el asunto este del FLA, es que no se lo han explicado bien. El Fondo de Liquidez Autonómico es a la vez un balón de oxígeno y un balonazo en la jeta, y según el catalanismo sedicioso y el catalanismo pero poquito (tan en boga en la última media hora), esta maniobra de Montoro de fiscalizar los tres mil millones de la próxima entrega del Gobierno a la Generalidad perjudica al conjunto de los catalanes, lo cual significa que el no fiscalizar en qué se los gasta el ¿gobierno? de Artur Mas sería un detalle que beneficiaría a todos los catalanes. Se supone que también a los farmacéuticos, que ahora son los pajarillos abandonados en el nido con el pico abierto y a la espera de que alguien llegue a regurgitarles unos millones de euros…
El catalanismo pero poquito defendía ayer que este control preventivo del dinero no es prudente, que es mejor otros sistemas al parecer más prudentes, como que los farmacéuticos le pongan una vela a su santo preferido para que la Generalidad, en vez de gastárselo en el proceso, les pague lo que les debe. O sea, la claridad, el control y la transparencia es buena, salvo en el caso de que estés inmerso en un proceso sedicioso y antidemocrático declarado solemnemente al mismo tiempo que la República de Cataluña. Artur Mas es ahora mismo «el Pocholo» de la movida, y un día proclama la república y otro se queja del final de la Autonomía.
Es lógico que un gobierno como el de Cataluña en los últimos años prefiera mangonear sin fisgoneos el dinero de que dispone; y es lógico que haya por parte del Gobierno del Estado un interés en fiscalizarlo tras años de generoso dispendio en organizar la destrucción de ese Estado; que escribía ayer el director de La Vanguardia que no hay pruebas de que se hayan desviado cantidades al proceso independentista, que es tanto como decir que todo ese proceso tan evidente como ineficaz y burdo lo han estado pagando de su bolsillo Mas, Homs, el clan Pujol, Forcadell y Muriel Casals, todos ellos conocidos por sus grandes aportaciones económicas a la causa. Ayer mismo, Pilar Rahola pedía a gritos un psiquiatra y hablaba del Estado que nos quiere aplastar y que somos un país de tontos, y hay que darle un céntimo de razón si por «país de tontos» se refiere a los levantadores de muros, a los ombligueros, a los cuentistas y aprovechados.