El independentismo se apropia de la manifestación en favor de la escuela en catalán
Miles de personas se concentran contra la obligatoriedad del 25% de clases en castellano en una cita con más ambiente político que familiar
Miles de personas, 35.000 según la Guardia Urbana, se han manifestado este sábado en Barcelona contra la ratificación del Tribunal Supremo (TS) de la obligatoriedad de un mínimo del 25% de enseñanza en castellano en las aulas, en una cita festiva que pretendía dar todo el protagonismo y la voz a la sociedad civil y que ha acabado siendo un nuevo acto politizado del independentismo.
Bajo el lema 'Ara i sempre, l'escola en català', la convocatoria principal había salido de la plataforma que defiende la inmersión Somescola poco después de que estallara el caso de Canet de Mar (Barcleona) , en el que una familia ha acabado siendo señalada por pedir el castellano para su hijo de cinco años. A su convocatoria se acabó sumando poco después Govern, partidos políticos y sindicatos, que esta mañana han copado todo el protagonismo. Sorpresivamente, la cita se ha mantenido a pesar de que en los últimos días los portavoces sanitarios de la Generalitat han intensificado sus discursos para minimizar las interacciones sociales ante el último auge de casos de Covid.
Así, más allá de la exigencia de proteger el modelo de inmersión en las aulas, la convocatoria ha servido para que el independentismo use la cuestión lingüística para seguir uniendo fuerzas, tras meses de discrepancias y desavenencias internas. De hecho, los cánticos de «Independencia» y «Todos a la una» (un claro mensaje de los manifestantes a la plana política) han sido más coreados en muchos momentos que el de «Ahora y siempre, la escuela en catalán», que era el lema de la convocatoria. En este mismo sentido, se han visto varias pancartas con la palabra «botiflers» y algún grito en el mismo sentido para los líderes soberanistas, dado que algunas voces temen que no son suficientemente firmes a la hora de desobedecer las sentencias sobre el castellano en las aulas.
La afluencia no ha sido tan multitudinaria como otras convocatorias con el mismo fin, en el que se habían visto más familias y folklore popular. La marea verde que pretendían generar también ha quedado algo diluida . Los convocantes pretendían teñir de verde el paseo de Sant Joan pero no se ha visto mucho más color que el de la decena de pancartas reivindicativas de Somescola, así como sus carteles en forma de mano que, a diferencia de otras citas más masivas, no se han agotado entre los asistentes.
el color de la marcha también ha quedado algo diluido. Los convocantes pretendían teñir de verde el paseo de Sant Joan pero no se ha visto mucho más verde que el de la decena de pancartas reivindicativas de Somescola, así como sus carteles en forma de mano que, a diferencia de otras citas más masivas, no se han agotado entre los asistentes.
El colegio de Canet, presente
Sí que ha destacado, por el color y cánticos, la representación de familias de la escuela Turó del Drac de Canet de Mar, protagonista de la última gran polémica lingüística en Cataluña. Ataviados con capas de dragones, en honor al colegio, y con algunos de los alumnos a primera línea de pancarta, padres e hijos cantaban el himno del colegio y aún posicionarse claramente en favor del catalán, han pedido no ser el foco del conflicto.
Los presidentes de Generalitat y Parlament, Pere Aragonès y Laura Borràs, han encabezado la comitiva político-institucional. El consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray ha sido otra de las caras protagonistas de la jornada. Junto a él estaban otros compañeros de Govern, además de líderes de otros grupos como Oriol Junqueras (ERC), Jordi Sànchez (Junts), Dolors Sababer (CUP) o Jessica Albiach (En Comú Podem).
De las diferentes columnas de la concentración destacaba también la presencia de la entidades sindicales. CC.OO y UGT se sumaron a la convocatoria pero han pasado más desapercibidos que las agrupaciones sectoriales de profesores Ustec o la Intersindical, que además de defender el catalán exigían acabar con los recortes en la educación pública. La ANC y Òmnium, con Jordi Cuixart al frente, tampoco han faltado a la cita.
La manifestación ha transcurrido desde la plaza Tetuán hasta las puertas de la sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) con algo de retraso y ha acabado con la lectura de un manifiesto en favor de la inmersión y en el que se critica que la justicia se haya entrometido en un modelo pedagógico que funciona desde hace décadas.