Un hombre acusado de acosar a su expareja elude la cárcel a cambio de cursos de igualdad
Si no acude a las clases irá a prisión para cumplir una condena de un año
Clases de igualdad y no discriminación a cambio de esquivar la cárcel. Un juez de Lérida ha permitido eludir entrar en prisión a un hombre acusado de amenazar y acosar a su ex pareja a cambio de seguir un curso educativo de igualdad . El hombre, que rompió una orden de alejamiento, se enfrentaba a una petición de pena de un año de cárcel. Esta semana, sin embargo, el juez, con el visto bueno del fiscal, ha brindado al acusado una fórmula para reconducir su conducta, sustituyendo la cárcel por un programa formativo en materia de no discriminación, según informa el diario «Segre».
Antes de dictarse esta sentencia, el vecino de Lérida tuvo que admitir su culpabilidad y dejar claro que entendía el trato: «Si no sigue los cursos, irá a prisión para cumplir esa condena de un año». El delito obliga al inculpado a someterse a un tratamiento para curar su ludopatía y le prohíbe acercarse durante los próximos dos años a menos de doscientos metros de su exmujer . Si durante ese periodo fuera detenido por la comisión de un nuevo delito, el trato quedaría también sin efecto.
La medida de sustituir la prisión por cursos formativos en materia de igualdad en casos de malos tratos o de delitos sexuales no es nueva, pero suele aplicarse en contadas ocasiones. La Audiencia de Álava dictó el año pasado un fallo similar. Permitió a un hombre condenado por agredir sexualmente a su expareja a sustituir el ingreso en la cárcel a cambio de seguir un programa de igualdad de trato y no discriminación relacionado con la violencia de género.
En Murcia se dictó otra resolución idéntica meses atrás. En este caso, a un hombre que había quebrantado la orden de alejamiento dictada tras ser denunciado por malos tratos por su ex pareja y evitó la cárcel tras la sentencia. Puesto que no siguió el curso sobre igualdad, fue detenido e ingresado en prisión.
Estos cursos dirigidos a maltratadores y agresores sexuales suelen impartirse en las cárceles, aunque algunos estudios apuntan que los condenados que se apuntan a ellos no llegan al 20% del total de los penados.
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