Hienas, jaguares y rinocerontes campaban libremente por Tarragona hace un millón de años

También han encontrado numerosas herramientas de piedra prehistóricas contemporáneas a las primeras ocupaciones humanas de Eurasia

Animales prehistóricos en una ilustración científica ABC

ABC

Arqueólogos del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) han hallado en el yacimiento del Barranc de la Boella, en La Canonja (Tarragona), partes de dientes de jaguares y restos fecales de hienas que vivieron allí hace entre un millón y 800.000 años, en el Pleistoceno inferior.

Según ha informado el IPHES, también han encontrado numerosas herramientas de piedra prehistóricas contemporáneas a las primeras ocupaciones humanas de Eurasia del mismo período. Los trabajos arqueológicos en este yacimiento, que está siendo explorado desde hace 13 años, comenzaron este año el pasado 7 de septiembre y durarán hasta el próximo miércoles, día 30, unos trabajos que se han centrado en recuperar herramientas y restos esqueléticos de animales de hace entre un millón y 800.000 años de antigüedad.

Según los arqueólogos, las herramientas de piedra tallada halladas constituyen "una colección formidable de gran singularidad, no solo por su antigüedad sino también por su extraordinaria conservación", informa Efe. Los trabajos de estos días se han centrado en continuar la intervención en los estratos que contienen restos esqueléticos de animales y herramientas de piedra prehistóricas y que permiten explicar las primeras ocupaciones humanas de Eurasia.

En la zona explorada por los arqueólogos, moldeada por el río Francolí y sus afluentes, los arqueólogos han documentado animales corredores de espacios abiertos (rinocerontes, caballos, cérvidos) y otros que necesitan gran cantidad de agua, como los hipopótamos y mamuts, y este año también han encontrado partes dentarias de carnívoros (jaguares) y restos fecales de carroñeros (hienas). También han encontrado herramientas de piedra tallada elaboradas con sílex "de mucha calidad y esquistos", entre ellas picos y hendedores, una especie de hachas de mano que son consideradas las más antiguas de Europa.

Además de miembros del IPHES especialistas en diferentes disciplinas, este año han participado en la excavación del Barranc de la Boella cerca de una veintena de estudiantes procedentes de diferentes universidades españolas. consecuencia del coronavirus, este año el IPHES ha restringido la participación de estudiantes de otros países, y para los últimos días de campaña, el IPHES ha programado test de detección serológico para los participantes en la excavación.

El método de excavación en el Barranc de la Boella se centra en intervenir en gran superficie, lo que permite una aproximación espacial y cuantitativa al comportamiento territorial de las poblaciones prehistóricas que habitaron la zona, han explicado los arqueólogos. Esta forma de trabajar se ha empezado a aplicar tras hacer sondeos para verificar el potencial del yacimiento, con el fin de que se convierta en uno de los lugares arqueológicos más idóneos para explicar el primer poblamiento humano de Europa.

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