Carina Mejías - Tribuna abierta
La herencia de Colau
«Cuatro años después, el diagnóstico no ha hecho más que agravarse»
Esta semana se celebrará el último debate del Estado de la Ciudad, muy lejos del primero que la alcaldesa celebró en el Salón de Ciento con el fin de abrirlo a la ciudad para acercarlo a ciudadanos, entidades y asociaciones. Si aquel debate ya terminó en fracaso, la situación no ha hecho más que empeorar. El último debate de la legislatura se hará en el salón habitual y durará poco más de media hora, para dar un rápido carpetazo a cuatro años perdidos en manos de un gobierno incompetente, falto de proyectos, ideas y apoyos que ha paralizado la ciudad. Barcelona ha estado en manos del gobierno más débil de la historia que por incompetencia e inoperancia ha descuadrado las cuentas y ha sido incapaz de aprobar un solo presupuesto. Ha habido, eso sí, mucha propaganda triunfalista y muchas horas de televisión y marketing para enmascarar políticas vacías.
En estos días, un joven era brutalmente agredido en el Metro por su condición sexual, en la ciudad que presume de ser el paraíso del respeto a los derechos civiles. La Guardia Urbana denunciaba que los manteros reciben chivatazos de funcionarios municipales para sortear las operaciones de desalojo de las instalaciones del Metro y una huelga de taxistas, jaleados por la alcaldesa, ha secuestrado la ciudad por segunda vez con una dureza que ha hecho perder toda credibilidad a sus reivindicaciones.
Cuatro años después, el diagnóstico no ha hecho más que agravarse. Para el 60 por ciento de los barceloneses, la ciudad ha empeorado y la hoja de servicios de la alcaldesa contiene demasiados borrones. Presume de políticas sociales pero más de mil personas duermen al raso, no hay ni rastro de las 4.000 viviendas que prometió, la inseguridad y la delincuencia se apoderan de las calles y su política de movilidad ha convertido Barcelona en un gran atasco.
Cuando las críticas arrecian, lo mejor es tirar de populismo e improvisación. Lo mismo anuncia un mirador para ver las obras de Glorias, que presume de ser la primera alcaldesa mujer y bisexual. Colau debería replantearse si con este balance puede presentarse a las próximas municipales.
Carina Mejías presidenta de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona