Líneas naranjas

Los presupuestos que Colau pretende aprobar en Barcelona distan mucho de dar una respuesta realista a las necesidades de la ciudad. Si queremos revertir la situación, es imprescindible que las cuentas del Consistorio partan de la moderación y el realismo. Solo así serán de verdadera utilidad para reactivar la economía y salvar a las familias, autónomos y pymes. Hasta el momento, la apuesta de comunes y socialistas parece ser una mera reedición del intercambio de favores con los independentistas ya hecho y que conllevó una subida de impuestos indiscriminada. Desde Cs hemos presentado nuestras líneas naranjas para evitar la reedición de ese mal acuerdo con el objetivo de movilizar los recursos necesarios hacia soluciones que respondan a las prioridades de los barceloneses. A diferencia del modelo de comunes, PSC y ERC, creemos imprescindible eliminar la subida de impuestos que tanto daño hace a ciudadanos y empresas, así como evitar destinar recursos a implantar un urbanismo ideológico y a realizar obras no esenciales.

Es el momento, como se ha hecho en otras ciudades españolas y europeas, de bajar impuestos para ayudar a las familias, autónomos y pymes, de poner recursos al servicio de la ciudadanía (y no de la ideología como hacen Colau, Collboni y Maragall) y de destinar los medios necesarios a atender la grave emergencia social y reactivar la economía.

Estamos ante la crisis social y económica más grave en décadas, y es por ello que la rebaja de la presión fiscal debe ser una prioridad. El mejor ejemplo es el Ayuntamiento de Madrid, donde Cs ha impulsado unos presupuestos que ayudarán a la capital a salir de la crisis no subiendo la presión fiscal y dedicando más recursos a la atención de los colectivos vulnerables, ayudas directas a los sectores económicos más afectados y a la promoción del turismo. Colau y el PSC tienen que elegir entre imponer un modelo ideológico o rescatar a las familias y a la economía de la ciudad. En su mano está.