La deuda de la Generalitat con Barcelona

Uno de los grandes bulos del independentismo ha sido culpar del déficit fiscal catalán al Estado; algo que incluso ex consejeros de economía de Convergencia desmintieron hace años. Sin embargo, si existe un déficit, reconocido tanto por la Generalitat como por el gobierno municipal de Barcelona es el de la propia Generalitat con el Ayuntamiento de la ciudad.

Una deuda de más de 300 millones de Euros que se viene acumulando desde la época de los convergentes y que con el gobierno de Colau y los socialistas no ha hecho más que agravarse sin que se haya reclamado su devolución. Es más, la Generalitat ha dejado de aportar los 30 millones de euros anuales a los consorcios municipales tal y como corresponde.

Esa deuda afecta a ámbitos esenciales para el bienestar social como: la educación (115 millones), el empleo (80 millones), la sanidad (80 millones), la vivienda (35 millones) o la cultura (30 millones), entre otros. A pesar de este déficit, comunes y socialistas han pactado con los separatistas unos presupuestos municipales, que lejos de exigir un compromiso de devolución para esos 300 millones de euros, implicarán una subida de impuestos que supondrá una media de 200€ anuales más en impuestos a cada hogar barcelonés.

Con todos esos millones que Colau siempre ha obviado mencionar en sus visitas a Quim Torra, en Barcelona se hubiesen podido construir al menos treinta guarderías públicas y desarrollado programas de apoyo a colectivos vulnerables, porque aunque parezca increíble, en nuestra ciudad el riesgo de pobreza alcanza ya el 20%, y hay más de 600 familias en la mesa de emergencia habitacional.

Queda tristemente patente, que entre Barcelona o sus intereses partidistas, Colau y el PSC han elegido lo segundo, confirmando que al igual que a ERC le pasa con la gobernabilidad de España, a ellos parece que también les importa «un comino» Barcelona.

Luz Guilarte es presidenta del grupo de Cs en el Ayuntamiento de Barcelona