Miquel Porta Perales - El osasis catalán
Guerras
«Cataluña no es una nación. Cataluña es un territorio de guerras frías. En minúscula, por supuesto»
Pero, guerras frías. A eso apunta el interinato del custodio Quim Torra. La retórica del nuevo presidente de la Generalitat de Cataluña -el mandato inexistente del 1 de Octubre, la construcción de la República Independiente en Territorio Twitter, el Consejo de la República, el Espacio Libre de Bruselas, la Asamblea de Electos y el Holograma de Carles Puigdemont- conduce a un cúmulo de enfrentamientos.
Vayamos por partes. Enfrentamiento entre el PDECat, ERC y JpC por la hoja de ruta de una república catalana que no llegará. Enfrentamiento entre los consejeros de JpC y ERC por la política diaria. Enfrentamiento entre la Generalitat y el Estado -Gobierno y Altos Tribunales- en el caso, probable, de que Quim Torra tiente a la suerte y amague con traspasar la línea roja de la legalidad democrática y constitucional.
A estos enfrentamientos, cabe añadir -como mínimo- tres más. A saber: el enfrentamiento entre Quim Torra y adláteres con una CUP que ha de justificar su apoyo a la investidura de un personaje de poco fiar; el enfrentamiento entre ERC y Carles Puigdemont si los republicanos se atreven a cuestionar la incómoda figura de Su Majestad el Legítimo; y el enfrentamiento entre los políticos independentistas con mando en plaza y unas organizaciones de la sociedad civil secesionista -Assemblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural.
Descarto la Associació de Municipis per la Independència porque son la voz de su amo y descarto también a Súmate en KO técnico después del puñetazo en la mandíbula propinado por los artículos de ese intelectual llamado Quim Torra- que, más pronto que tarde, mostrarán su desilusión al constatar el trilerismo de un Govern al que se le nota demasiado -bolita, bolita, ¿dónde está la bolita?- el truco.
Más enfrentamientos: la infantería secesionista contra el Govern -¿de qué les sirve poseer la calle?- y los medios secesionistas contra los menos secesionistas. Cataluña no es una nación. Cataluña es un territorio de guerras frías. En minúscula, por supuesto.
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