Eva Granados - Tribuna Abierta
Cuidados
El Gobierno de Pedro Sánchez ya aprobó a principios de año un Plan de Choque en Dependencia para reducir las listas de espera y mejorar las prestaciones y los servicios. No pasa igual en Cataluña
La pandemia que atravesamos, reflexiona Victoria Camps en su libro 'Tiempo de Cuidados', tiene como todas las crisis algún elemento positivo que conviene aprovechar. La conciencia de fragilidad y vulnerabilidad del ser humano ha sido uno de los rasgos más comentados, debatidos e interiorizados por todos y todas en este tiempo que nos ha tocado vivir. Nos ha hecho menos arrogantes y menos seguros de nosotros mismos. Esta toma de conciencia que en uno u otro momento todos hemos compartido tendría que llevarnos a un cambio de mentalidad, porque todos y cada uno de nosotros necesitamos ser cuidados.
En el plano de las políticas públicas, esta reflexión nos lleva a la necesaria mejora del Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia sobre el que debe basarse el modelo de cuidados de larga duración. Por ello, el Gobierno de Pedro Sánchez ya aprobó a principios de año un Plan de Choque en Dependencia dotado de 3.600 millones de euros para reducir las listas de espera y mejorar las prestaciones y los servicios.
No pasa igual en Cataluña. Aquí, la situación ha empeorado desde que gobiernan los independentistas. El primer acuerdo que firmaron los partidos que hoy nos gobiernan data de 2012, en él, CiU y ERC ya se comprometían con el fortalecimiento de los servicios públicos y la mejora de la atención a las personas con dependencia. Nueve años más tarde, en mayo de 2021, Aragonés sigue prometiendo mejoras que no llegan. Nada de eso se ha hecho realidad. Lo cierto es que 17.000 catalanes en situación de dependencia esperan una plaza en una residencia al mismo tiempo que 5.000 plazas de residencia y 5.000 de centro de día están vacías.
La cobertura del cuidado profesional para una persona mayor que lo necesita debería estar garantizada y no es así.
En Cataluña, desde 2017, no se destinan recursos para la construcción de nuevas residencias, no tenemos los profesionales necesarios para una atención de calidad y el tiempo medio de espera para acceder a una plaza de residencia es de 436 días. Necesitamos invertir recursos en el cuidado, no solo hablar de él, pero cada gobierno independentista está menos comprometido con la agenda social que el anterior.