El gobierno de Colau vuelve a cerrar la puerta al proyecto del Hermitage y pide una propuesta «mejor»

Nuevo portazo del gobierno de Ada Colau a la franquicia del Hermitage que se proyectaba en el puerto de Barcelona. O, mejor dicho, a la última encarnación del proyecto, la que había reclutado al Gran Teatro del Liceo para ampliar espectro cultural y tender puentes con la creación local. Así, días después de que el Puerto de Barcelona desoyese al Ayuntamiento y aprobase la concesión administrativa para que se pueda impulsar el proyecto del Hermitage en la Nueva Bocana, el Consistorio ha denegado este viernes al Puerto el convenio necesario para llevar a cabo el proyecto.

El convenio entre el Ayuntamiento y el Puerto, ha destacado la teniente de alcalde Janet Sanz (BComú), es un trámite «imprescindible» para que cualquier proyecto se pueda instalar en la Nueva Bocana, por lo que la decisión del Ayuntamiento devuelve al Hermitage prácticamente a la casilla de salida y ahonda en las diferencias entre BComú y PSC, socios de gobierno que, sin embargo, han votado por separado: a favor los de Colau y abstención los socialistas. «Si el Puerto se precipitó lo que no podía pasar es que el Ayuntamiento hiciese lo mismo», ha lamentado la teniente de alcalde Laia Bonet (PSC) durante una comparecencia ante la prensa que, como la votación, también se ha producido por separado.

Según ha explicado Sanz, la decisión de denegar el convenio y desestimar las alegaciones que el Puerto presentó contra los informes negativos del consistorio obedece a la necesidad de «cerrar una carpeta y abrir una nueve etapa». «Vemos con buenos ojos que aparezcan otros actores que quieran colaborar con el proyecto, pero hay un gran problema: esta colaboración no cabe en una sola parcela», ha abundado Sanz en relación a la alianza entre el Hermitage y el Liceo. «Con el proyecto presentado no salían los números. Por eso estábamos hablando y negociando, pero el Puerto se precipitó y aprobó una concesión condicionada en base a un proyecto antiguo», ha añadido la teniente de alcalde.

En cualquier caso, y pese a la discrepancias entre los dos socios de gobierno, y al más que evidente recelo que sigue despertando el Hermitage entre los comunes, Sanz ha asegurado que «hay voluntad política» para llevar a cabo otro proyecto «mejor». «Es necesario hacer un proyecto nuevo. El exclusivo del Hermitage era un proyecto antiguo», ha dicho. Bonet, por su parte, ha lamentado que la decisión del Ayuntamiento arroja un «mensaje negativo» y pone «palos en las ruedas» a la hora de consolidar la alianza entre el Liceo y el Hermitae. Además, ha advertido, los impulsores el museo podrían acabar llevando el caso a los juzgados.