Generalitat y sindicatos rompen negociaciones y se frustra la llegada de 1.460 maestros el próximo curso

La consejería de Educación «lamenta» la falta de voluntad del profesorado para llegar a un pacto sobre los cambios previstos en el calendario y la reducción horaria en escuelas e institutos, las dos líneas rojas de la negociación

Los profesores catalanes se manifiestaron en marzo en Barcelona contra la política educativa de la Generalitat EP

E. Armora

Ya no hay vuelta atrás. La posibilidad de que los sindicatos educativos catalanes y la Generalitat llegaran a un acuerdo y se encauzaran, tras tres meses de tensiones y protestas en la calle, las negociaciones para concretar los cambios previstos para el próximo curso escolar se rompió ayer definitivamente cuando los representantes del profesorado no acudieron a la mesa sectorial y, horas más tarde, boicotearon un acto al que asistió el consejero y finalmente no pudo celebrarse.

La cuerda se rompió definitivamente y la última propuesta que les lanzó 'in extremis' el departamento, que contemplaba la incorporación en el próximo curso 2022-23 un total de 1.460 profesores en la etapa de Educación Infantil y Primaria para revertir la hora de más que realizaban desde la pandemia -de ese modo pasarían a realizar de 24 a 23 horas semanales-, lo que suponía una inversión de 67,1 millones de euros, ha quedado totalmente descartada, por lo que hoy se ha publicado en el portal interno de la administración pública la resolución de plantillas sin contemplar ese cambio. Esos nuevos maestros no llegarán al sistema el próximo septiembre y los meses que se avecinan serán «movidos» para la Generalitat , según amenazan los sindicatos.

La consejería que dirige Josep Gonzàlez-Cambray lanzó esa última propuesta a las centrales -también contemplaba reducir la hora de más en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) durante el curso 2023-24 con la incorporación de 2.009 docentes- pero según afirma Dolors Collell , directora general de Profesorado y Personal de Centros Públicos, los responsables de los trabajadores de la educación pública han seguido enrocados en sus reividicaciones y no la han aceptado . Collell ha lamentado que los sindicatos no hayan valorado este «gesto de acercamiento» por parte del departamento y ha expresado la «decepción» e «indignación» de las autoridades educativas con respecto a la postura de las centrales.

« Es una decepción porque veíamos, intuíamos y percebíamos una oportunidad . Creíamos que era bueno y que se podía dar respuesta a todos estos movimientos y reivindicaciones que ha habido y que reconocemos», ha dicho.

Según fuentes del departamento, los sindicatos se han mostrado desde el inici0 de las negociaciones inflexibles respecto a dos cuestiones: los cambios en el calendario escolar y la reducción de la hora de más que realizaban desde la pandemia. La Generalitat considera no negociable el cambio de calendario, aunque sí les ha ofrecido algunas variaciones para «desbloquear» su resistencia, aunque, según aseguran desde el departamento, no ha habido ningún cambio en la postura de los trabajadores al respecto, que piden la retirada del calendario y la eliminación de la hora en Primaria y Secundaria este próximo curso .

Durante la negociación con las organizaciones a raíz de las huelgas del pasado marzo , el departamento ofreció dicha reducción para el curso 2023-2024 en las escuelas y el 2024-2025 en institutos, pero los sindicatos exigieron que hubiera alguna concreción el próximo curso. El departamento, según ha asegurado, ha acabado transigiendo en este punto para infantil y primaria, pudiendo aplicarlo el próximo curso tras trabajarlo con la consejería de Economía, y así lo comunicó por vía telefónica a los portavoces sindicales durante las vacaciones de Semana Santa.

Según su relato, los sindicatos no se presentaron a la mesa sindical prevista para ayer lunes, lo que hizo imposible el acuerdo: «Lo lamentamos, nos duele mucho». Ha asegurado que no se podía prorrogar más la publicación de la resolución de plantillas, dado que se ha avanzado la gestión en el marco del nuevo calendario escolar, y que no era posible abordar la reducción de horas lectivas en secundaria el próximo curso, porque «todo a la vez no puede ser», dado el impacto presupuestario. «Entre el todo o nada se han quedado con el nada» , ha señalado la responsable de Profesorado y Personal de Centros Públicos.

Más de 170 millones de euros de coste

Esta medida habría tenido un coste de 67,1 millones (18,3 para 2022 y 48,7 para 2023); y la reducción en la educación secundaria, que hubiera tenido lugar en el curso 2023-2024, hubiera supuesto unos 105 millones de inversión con un aumento de poco más de 2.000 dotaciones.

Collell ha asegurado que le preocupa «que este conflicto y este bloqueo no avance, porque no es bueno para el sistema y tensiona los claustros », aunque ha avanzado que el departamento sigue abierto a negociar aspectos que afectan al profesorado y a la estabilidad de las plantillas y que espera que se abra una nueva etapa de relaciones con los sindicatos.

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