Europa, de opción a necesidad

El martes 22 de marzo estaba en mi casa de Bruselas y me enteré de los atentados en el Aeropuerto por un amigo español con el que estaba hablando por teléfono. Inmediatamente mi impulso fue dirigirme al Parlamento, durante el trayecto a pie sucedió el atentado en el metro así que durante el mismo no note incremento alguno de seguridad, cosa que si percibí al llegar a la Plaza de Luxemburgo y al Parlamento. Ya hace meses que se están realizando trabajos para mejorar el edificio que alberga el Parlamento Europeo, tanto a nivel de medidas de seguridad como del propio edificio.

Al ser semana santa no había gran afluencia de público dentro del Parlamento pero a medida que fue llegando el personal procedente de la calle, también del metro, creció la preocupación por lo que estaba sucediendo. Estando en un lugar tan asilado como el Parlamento las noticias llegaban, sobre todo, por los medios de comunicación pero todas las personas que estábamos allí sentíamos la necesidad de encontrarnos en los pasillos y hablar entre nosotros.

Al salir a la calle lo que más llamaba la atención era la gran presencia de medios de comunicación en esquinas y Avenidas, mucho más desiertas de lo habitual, cuando no cortadas totalmente al tráfico.

La negligencia de la policía y la dejadez de ciertas políticas ha permitido que barrios como Mollenbek, tan paradójicamente cercano a las instituciones europeas se haya convertido en un núcleo donde por desgracia se fraguan proyectos totalitarios y antieuropeos.

Si algunos aún sueñan que la integración en una entidad supranacional europea es solo una opción, este acto de violencia cruel nos pone frente a la realidad de una necesidad ineludible.

Teresa Giménez Barbat es eurodiputada del grupo ALDE

@gimenezbarbat