José García Domínguez - Punto de Fuga
Estamos en guerra
Aquel once de septiembre empezó un combate sin cuartel que únicamente podemos ganar o perder
Todo empezó aquel once de septiembre. La Edad Media declaró una guerra total de exterminio contra el mundo civilizado. Desde entonces, y sin excepción, estamos amenazados de muerte por esa horda nihilista cuyo único objetivo es someternos a un teocrático delirio. U Occidente asume de una vez la responsabilidad colectiva de encabezar la iniciativa militar contra esa hidra de mil cabezas o seremos aniquilados por la barbarie. Porque aquel once de septiembre empezó un combate sin cuartel que únicamente podemos ganar o perder. Aquí no caben términos medios ni salidas biempensantes por la tangente multiculturalista.
Ya escribió Oriana Fallaci en su día que aún existe una enfermedad más letal que el cáncer: el miedo. Ese miedo cuyo primer síntoma es siempre el silencio. Silencio que no cesan de exigir los creadores del estigma semántico llamado islamofobia. Cualquier crítica al Islam, por muy matizada que se antoje, corre el peligro de cargar con el sambenito de la islamofobia. Sucede, sin embargo, que idea alguna posee el derecho a reclamar respeto. Únicamente las personas resultan susceptibles de gozar de tal consideración. La doctrina islámica es una narración. Y las narraciones no tienen derechos. Ninguno. Si ahora callamos de grado, por miedo o por simple falta de criterio, al final nos callarán a la fuerza. Si algo hizo avanzar a Occidente fue su definitiva falta de respeto por las ideas. Los europeos de hoy somos hijos de Voltaire, los herederos de cuantos en el siglo XVIII se atrevieron a discutir toda idea que contrariase lo dictado por su propia capacidad de razonar. Pese a todo. Pese al miedo. Acertó la Fallaci con el diagnóstico de esa epidemia que recorre a estas horas cada rincón de Europa. Al igual que lo hizo, por cierto, cuando sentenció que el Corán es el nuevo “Das Kapital", Mahoma el nuevo Karl Marx, Ben Laden el nuevo Lenin y el once de septiembre la nueva toma de la Bastilla. Nos han declarado la guerra.