Joan López - Tribuna Abierta
La CUP está triunfando
Las tesis cupaires vencen. El Procés vive un momento de bunkerizacion, propio de las épocas finales de todo proceso político ya sea revolucionario o anómalo
Parece mentira, pero las tesis de la CUP se están imponiendo en el mundo independentista. Nuestras nekanes son las únicas que desde el principio apostaron por la salida del Euro, de la Unión Europea y de todo atisbo de civilización occidental.
Su apuesta era llamativa dado que el nacional-independentismo siempre había hecho gala de su europeísmo.
Ahora, poco a poco, las tesis cupaires vencen. El Procés vive un momento de bunkerizacion, propio de las épocas finales de todo proceso político ya sea revolucionario o anómalo. En esta tesitura los bunkeriados ven el posible éxito de las tesis del Brexit o de Trump en la Europa continental como su última esperanza.
La idea es simple: si LePen vence, la Unión desaparece, dado que Le Pen así lo propone en su programa y desaparece uno de los obstáculos que más ha frenado al separatismo: la autoexpulsión de Catalunya de la UE si sale de España. Hace unos días el nuevo presidente del Parlamento Europeo, Tajani, volvió a insistir en que la Unión jamás reconocerá ninguna acción que vulnere el derecho constitucional de un Estado miembro de la Unión Europea.
Así las cosas nuestros procesistas son cada vez más filotrump y filopopulistas. Cuanto peor mejor para ellos, pero cuanto peor, peor para el resto, que al parecer cada vez somos más mayoritarios.
En una primera etapa del Procés se autojustificaba en que todos viviríamos mejor. Ahora eso ya no es así, las dudas que como viviríamos bajo un régimen cupaire son pocas: entre Venezuela, Gaza y la Albania de Hoxa estaría la cosa, así que ahora es tiempo del fin que justifica todos los medios.
El fin, ya se sabe: la separación a cualquier precio. Los medios: ya da igual. Si hay que apoyar veladamente a quien sea, por poco aseado que este nos parezca, pues se hace. La campaña electoral francesa, ya en marcha, pondrá una vez más de manifiesto, la irrelevancia del Procés en tierras galas, o lo que es peor la oposición de todos los candidatos a cualquier concesión al separatismo catalán. Atención al paso por Perpignan de los principales candidatos.
Suerte que el tiempo nos ha demostrado que la influencia internacional del Procés es cero, pero no cualquier cero, sino cero patatero que si no ya podíamos estar guardando nuestras banderas de fondo azul y estrellas amarillas en el baúl de los recuerdos.