Ángel González Abad - LOS MARTES, TOROS
A Esquerra le falló Colau
Los munícipes de ERC volvieron otra vez a la carga con la compra de la Monumental
Los de Esquerra Republicana de Catalunya tienen una fijación contra las corridas de toros desde que la extinta y extodopoderosa CiU les puso en suerte la prohibición de los toros después de un cerco milimétricamente urdido contra la Fiesta durante años. Los de Esquerra vieron en esa baza una alternativa política de la que esperaban grandes réditos electorales. Calibraron mal, pues se encontraron con que la Tauromaquia del toro en la calle era intocable en las Tierras del Ebro, y de ahí su primera gran incongruencia al tener que blindar los correbous al mismo tiempo que abolían las corridas de toros.
Y hubo más, ya que en 2004, cuando el tripartito declaró a Barcelona ciudad antitaurina, su entonces «boss» municipal, Jordi Portabella, se lanzó a por la Monumental. Una oferta de intercambio de terrenos edificables por la manzana taurina de la Gran Vía fue lanzada al viento como algo más que hecho. Portabella ya hablaba de que la plaza sería la sede del mercado de los Encantes y de no sé cuantos proyectos más. Se la tragó entonces ERC y se la tuvo que volver a tragar el pasado viernes, cuando en la víspera de la Nochebuena, los munícipes de Esquerra volvieron otra vez a la carga con la compra de la Monumental.
Que si hay una inquietud ciudadana, que si participación, que si patatín, que si patatán. Al pleno del Ayuntamiento de Barcelona con una propuesta para comprar la plaza y hacerla pública. Parecía que la cosa iba a estar muy clara. Se aprueba por esa mayoría política que gobierna la Ciudad Condal y problema taurino resuelto. Fue que no, que a Esquerra le faltaron los apoyos; el más importante fue el de la alcaldesa Ada Colau y su grupo de BComú, que le dijo que nones. Y es que ERC, una vez más vendió la piel del oso antes de cazarlo. Puede que esa maniobra de intentar comprar el coso a los Balañá sea un indicio de que la guerra administrativa contra la sentencia del Constitucional para evitar que se celebre una corrida de toros en Barcelona, no sea tan fácil. Puede ser, aunque lo cierto es que para comprar la Monumental, a los de Esquerra les falló Colau; y el PSC también, que no es baladí.