Joan Carles Valero - LETRAS EXPECTATIVAS
Esperanza de vida
Deje ahora mismo de leer y dígale algo a quien tenga a su lado. Y si está solo, llame a un ser querido simplemente para escuchar su voz
Los españoles tenemos uno de los niveles de esperanza de vida más altos del mundo, con una media de 82,8 años. Pero Japón nos gana. La idea del envejecimiento activo y saludable es relevante ante una demografía negativa porque cada vez hay menos natalicios. Uno de los secretos para mantener a la gente mayor activa y saludable está en facilitar la gratuidad del transporte. Otro es la cantidad de centros y asociaciones donde pueden hacer actividades.
Hay que evitar “archivar” a nuestros mayores y gestionar sus necesidades junto a las de los jóvenes y los discapacitados, de forma que estos tres importantes grupos sociales que están necesitados de mayores atenciones, se encuentren mezclados para que, por ejemplo, la gente mayor pueda beneficiarse de la energía y actividad de los niños y estos puedan aprender de los ancianos. Además, si los ancianos tienen una vida sana y activa, reduciremos en gasto médico. Es obvio que hacer ejercicio es el secreto más importante para sentirse mejor. Otra recomendación es incentivar el acceso a los gimnasios, para que los mayores hagan, por ejemplo, clases de fitness. Pero también es importante hablar.
Los españoles somos maestros en el arte de la conversación. Las cafeterías y bares están llenos de gente que debate sobre cualquier cosa. Suele decirse que en el interior de cada uno de nosotros hay un presidente del Gobierno y un entrenador de fútbol. La comunicación oral es materia vital en nuestro país. Hablar es la manera más básica y fundamental de comunicarse pero, hoy en día, solemos mandar mensajes de texto.
Al mantener el contacto a través de redes sociales se tiene tiempo para pensar, editar, eliminar comentarios y empezar de nuevo. Pero estamos perdiendo el arte de la conversación. Entiendes a la persona mucho mejor cuando la tienes delante, porque puedes ver su cara, que es más importante que la palabra.
El uso de dispositivos nos aleja de las conversaciones al conectar sin comunicar. Igualmente, estamos perdiendo el don de la conversación espontánea con gente desconocida. Nuestra mirada está enfocada a la pantalla del móvil y no prestamos atención alrededor. Casi nos da miedo perder el último tuit, aunque no sea importante, y preferimos estar en nuestro propio mundo en vez de tener una charla espontánea con las personas que están sentadas junto a nosotros. Deje ahora mismo de leer y dígale algo a quien tenga a su lado. Y si está solo, llame a un ser querido simplemente para escuchar su voz. Contribuirá a mejorar su esperanza de vida.