Teresa Giménez Barbat - AGENDA EUROPEA
Enmiendas con sorpresa
el Parlamento Europeo debatió la gestión del programa Erasmus Plus destinado a la formación de jóvenes más allá de las fronteras de la Unión Europea
Este pasado martes, el Parlamento Europeo debatió la gestión del programa Erasmus Plus destinado a la formación de jóvenes más allá de las fronteras de la Unión Europea. Un proyecto que nació con una clara vocación de internacionalización para mejorar las capacidades educativas y formativas para la empleabilidad de estudiantes. Su solvente ponente, Ernest Maragall (ERC), propuso una enmienda que perseguía la traducción de la documentación del programa Erasmus Plus en las lenguas vehiculares oficiales de los sistemas escolares europeos.
Como los nacionalistas suelen jugar con la ambigüedad de los términos, y todos sabemos lo que ocurrió con algo tan en apariencia inocente en su tiempo como la denominación de “lengua propia” para el catalán, decidí objetar el texto. Así que en el marco del debate manifesté que me parecía especialmente sorprendente que Ernest Maragall se hubiera enmendado a sí mismo ya que durante los trámites previos la gestión lingüística de los documentos no había puesto inconveniente alguno. Y que me parecía contradictorio que el ponente desease invertir recursos económicos europeos en un procedimiento burocrático de traducción, francamente inútil. Erasmus nació para permitir a los estudiantes tratar con otras culturas y para aprender los idiomas de los demás, no para encerrarse en los espacios cómodos de sus propias lenguas, oficiales o cooficiales. Así que me sumé a la propuesta, afortunadamente mayoritaria, que defendió que esta responsabilidad debía quedar en manos de cada uno de los estados miembros para permitir a la UE centrar sus esfuerzos y sus recursos al impulso de programas que fomentasen el futuro laboral de los jóvenes europeos.
Teresa Gimenez Barbat eurodiputada ALDE
@gimenezbarbat