Teresa Giménez Barbat - AGENDA EUROPEA
El engaño secesionista
Una vez más los eurodiputados españoles secesionistas intentaron intoxicar el Parlamento con sus infundios y mentiras
Una vez más los eurodiputados españoles secesionistas intentaron intoxicar el Parlamento con sus infundios y mentiras. Esta semana la excusa fue un debate en la Eurocámara de Estrasburgo acerca de la posibilidad de establecer un mecanismo de control sobre la situación de los derechos humanos, la democracia y el estado de derecho en los estados miembros de la UE. En lugar de tomarse en serio la propuesta, los eurodiputados emplearon la ocasión para insultar a los españoles y para presentar como víctimas a quienes prevarican intentado secuestrar el derecho de su nacionalidad a la mayoría de los ciudadanos de Cataluña.
Este informe señalaba la impunidad de Hungría y Polonia en contra de los derechos fundamentales de sus ciudadanos, si bien los diputados aprovecharon el paso del Pisuerga por Valladolid para intentar equiparar esta situación con el justo y necesario proceso judicial en el que están inmersos el expresidente de la Generalitat, Artur Mas, y el regidor de la CUP en Vic, Joan Coma, debido a su implicación en el proceso independentista.
Aunque siempre estoy dispuesta a apoyar una política común de obligado cumplimiento para los estados miembros cuando se trata de derechos fundamentales y de libertad de expresión, el informe incluía un resbaladizo párrafo que no fue posible votar por separado en el Pleno, haciendo referencia a los derechos de las minorías lingüísticas en Europa. Por ello, a pesar de votar a favor en todos sus puntos, me abstuve en el voto general.
Se me puede decir que la protección de los derechos lingüísticos de las minorías es perfectamente aplicable a quienes en Cataluña reclaman una educación bilingüe y ven frustrados derechos reconocidos por la misma Constitución Española. Pero, por desgracia, durante años hemos visto la irresponsable dejación de sus obligaciones por parte de los diversos gobiernos de España, socialistas o populares. Tampoco hay que desestimar nunca la capacidad de la poderosa maquinaria nacionalista para intoxicar y presionar a los medios de comunicación. Mi abstención tuvo un objetivo profiláctico y el oportunismo del diputado secesionista confirmó mi desconfianza.
Teresa Giménez Barbat es eurodiputada del grupo ALDE