Ángel González Abad - Los martes, toros

Un ejemplo de convivencia

En Zaragoza acaba de inaugurarse una exposición en la que se abordan los últimos tres siglos de historia compartida entre Aragón y Cataluña

En Zaragoza, le pides a un taxista que te lleve a la avenida Cataluña y, de inmediato, te pregunta si quieres ir por Independencia o por Constitución. No es broma, los dos paseos confluyen en la plaza Paraíso. Casualidad.

Pues bien, en Zaragoza acaba de inaugurarse una exposición en la que se abordan los últimos tres siglos de historia compartida entre Aragón y Cataluña. Unas estrechas relaciones socioeconómicas y culturales. «Dicen que hay tierras al este» es el título de la muestra que hace un minucioso recorrido desde el siglo XVIII hasta la actualidad, en una intrahistoria de reconocimiento mutuo, de acogida social, de altavoz artístico y cultural.

Todo lo que se presenta en el Palacio de Sástago de la capital aragonesa quiere mantener los puentes entre dos sociedades íntimamente unidas durante siglos, abrir y reabrir caminos para la comunicación frente a la rebelión independentista.

Es el momento para arrinconar falacias, es la hora de poner en valor y con rigor histórico la incardinación real frente a tanta insensatez y sinrazón.

Catalanes en Aragón, aragoneses en Cataluña. Políticos, escritores, pintores, músicos, artistas de toda índole, sociólogos, científicos, empresarios, trabajadores, catedráticos, hombres de bien. Un intercambio lejos de cualquier imposición, una enriquecedora vecindad. Desde la acogida a la filosofía aragonesista hasta el suministro hidroeléctrico desde el Pirineo aragonés. Y entre todo, el Centro Aragonés de Barcelona. Más de un siglo como ejemplo de esa convivencia. El magno edificio de la calle Joaquín Costa, su teatro Goya, toda una incesante e impresionante actividad social y cultural, lejos de ese terrorífico pensamiento único y mucho más cerca de una verdadera tierra de acogida.

Entre música, folclore, literatura y artes escénicas, en la muestra hay un lugar para la Fiesta. El Centro Aragonés impulsó durante años una corrida de toros extraordinaria, siempre con diestros aragoneses. La muestra presenta el cartel del festejo celebrado el 8 de septiembre de 1916, con motivo de la inauguración del nuevo edificio de la calle Costa. Algabeño II y Florentino Ballesteros con toros de Aleas. Lleno en la Monumental recién inaugurada, a hombros se llevaron a Ballesteros. La integración, la verdad de la historia.

Un ejemplo de convivencia

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