Joan Carles Valero - Letras expectativias

El edadismo

Los políticos y también los empresarios son conscientes de que la revolución de las canas ha llegado para quedarse

La líder de la oposición en el Parlament de Catalunya, Inés Arrimadas, comentó ayer a unos alumnos de Periodismo de la UAO que el rejuvenecimiento de la política obedece más a la necesidad social de que personas «limpias y sin mochilas» se ocupen de lo público que no una mera cuestión de edad biológica. En los años de la exuberancia irracional que se apoderó del mundo occidental, las empresas y la sociedad en general primaron la juventud por encima de cualquier otro atributo. Hasta el punto de que se hablaba de diversidad cultural, religiosa, étnica y de género, pero nunca de diversidad generacional.

Los políticos y también los empresarios son conscientes de que la revolución de las canas ha llegado para quedarse y adquirir mayor protagonismo conforme aumente la esperanza de vida. En el plazo de 9 años, la población mayor de 55 años representará en España alrededor del 35%. La jubilación de la denominada generación de los baby-boomers aumentará la presión sobre los sistemas de protección social y producirá un vacío a consecuencia de la falta de relevo generacional suficiente para amortiguar sus efectos, dado que por estos lares tenemos una tasa de natalidad de 1,34 hijos, muy lejos de la considerada de reposición, situada en 2,1.

Por ejemplo, la primera maternidad de las catalanas se sitúa en los 33 años y dificulta la llegada de los segundos hijos. Adelantarla, evitaría el envejecimiento de la sociedad y el peligro de hundimiento del Estado del Bienestar, además de pérdida de peso geopolítico y la caída en picado de la productividad, entre otros males.

El entorno nos impone el «edadismo» y olvidar ese factor es tratar de ignorar algo muy evidente: las empresas y las instituciones no pueden esconder la cabeza bajo el ala y pensar que no deberán tener a los mayores en sus plantillas y políticas, porque «seniors» también los hay entre sus clientes, proveedores y votantes. El desafío generacional afecta a todos los aspectos de la sociedad y, por supuesto, a la gestión del talento y de las organizaciones.

Cómo adoptar nuevos modelos de gestión en las empresas e instituciones para que todos los empleados y representantes, con independencia de su ciclo vital y profesional, encuentren su lugar en la organización y aporten lo mejor de sí mismos, es un reto que atañe a la gestión de la diversidad. Quienes lo hagan experimentarán la ventaja competitiva de incluir el edadismo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación