Científicos españoles
Una dieta rica en aceite de palma acelera el riesgo de metástasis durante meses
Investigadores españoles demuestran que la ingesta, aunque sea temporal, de esta dieta hace más agresivas a a las células tumorales y les hace recordar incluso meses después de estar expuestas al ácido graso su mayor capacidad metastática
«No importa que después comas sano ni que no hayas estado expuesto mucho tiempo a esa dieta. Si la ingieres en exceso, el riesgo a desarrollar metástasis perdura durante meses», señala el investigador Salvador Aznar-Benitah
Nueva evidencia científica sobre la relación entre el consumo de ácido palmítico -ácido graso saturado predominante en el aceite de palma- y el riesgo de desarrollar metástasis, proceso que se origina cuando las células cancerígenas abandonan el tumor primario y se expanden a otros órganos vitales disparando el riesgo de mortalidad. Se calcula que nueve de cada diez muertes por cáncer se producen por esta causa.
Científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB por sus siglas en catalán) liderados por el investigador ICREA Salvador Aznar-Benitah ya habían apuntado en 2017 la relación entre la exposición a una dieta rica en ácido palmítico y el riesgo de desarrollar metástasis , aunque ahora han descrito por primera vez el mecanismo por el cual esa exposición alimentaria hace a las células tumorales más agresivas, con mayor capacidad de hacer metástasis. Se ha visto esas células desarrollan una identidad más agresiva que perdura en el tiempo , como una forma de 'memoria' celular.
«En la anterior investigación descubrimos al fin las células metastásicas y eso fue un avance importante; confirmamos también que una exposición prolongada a una dieta rica en aceite palmítico aumenta el riesgo de que se extienda la enfermedad por nuestro organismo. Ahora hemos visto que ese riesgo perdura durante meses después de la exposición a esta dieta porque las células tumorales recuerdan que tienen esa capacidad, la retienen grabada en su memoria celular», precisa el investigador.
«No importa que después comas sano ni que no hayas estado expuesto mucho tiempo a esa dieta. Si la ingieres en exceso el riesgo perdura durante meses. En este trabajo revelamos por primera vez que existe un factor de 'memoria' de la capacidad metastática y señalamos una vía terapéutica para revertirlo . Es esperanzador», subraya Aznar-Benitah en declaraciones a ABC.
«Mayor capacidad para inervarse»
Los autores de la investigación, publicada en la revista 'Nature' y en la que se han utilizado ratones a los que se han trasplantado tumores orales y melanomas procedentes de pacientes, han identificado una serie de marcadores que deja la exposición al ácido palmítico en las células tumorales: un cambio que hace que las células mantengan una mayor capacidad metastática incluso meses después de estar expuestas al ácido graso y que podría estar relacionado con una mayor capacidad de estas células tumorales para inervarse.
En el transcurso de la investigación, las células tumorales han sido expuestas a una dieta rica en ácido palmítico y se ha observado que tienen mayor capacidad de hacer metástasis en ratones, incluso cuando esta dieta se suministra durante un periodo muy breve de tiempo. Esto se debe a que las modificaciones que genera el ácido graso sobre el genoma de las células metastáticas (conocidas como modificaciones epigenéticas) son permanentes y, consecuentemente, mantienen de forma estable las propiedades más «agresivas». Los autores describen este comportamiento como una 'memoria estable'.
No ocurre con el aceite de oliva o el de linaza
Los resultados indican que una dieta rica en aceite de palma sería perjudicial para el desarrollo del cáncer, incluso si tiene lugar en una fase muy inicial de la enfermedad en la que el tumor primario quizás no ha sido detectado aún. Los científicos han observado que esta capacidad expansiva y colonizadora se adquiere debido al consumo de ácido palmítico (predominante en el aceite de palma), pero no ocurre así con el ácido oleico (muy abundante en el aceite de oliva) o el ácido linoleico (característico de la linaza).
«Este resultado también es relevante. Eso no quiere decir que consumir en exceso otros aceites sea saludable. El aceite de oliva, que se vende como saludable, si se ingiere en grandes cantidades también puede ser perjudicial porque también contiene, aunque en poca medida aceite palmítico y eso la gente no lo sabe», advierte el investigador.
Estos resultados apuntan a que la agresividad no solo tiene que ver con el metabolismo de las grasas , sino también las modificaciones epigenéticas que se producen en las células tumorales cuando ingieren ácido palmítico.
Otra de las grandes aportaciones de la investigación es, según apunta Aznar-Benitah, que ese ha podido ver que una dieta rica en ácido palmítico permite a las células tumorales crear una red neuronal alrededor del tumor. Las células tumorales más metastáticas, las que tienen marcadas en su memoria esa agresividad, adquieren capacidad para llamar al sistema nervioso y la red neuronal que se forma alrededor del tumor genera un entorno regenerativo, que las células utilizan en su propio beneficio, para crecer y expandirse.
Células Schwan, una vía para frenar las metástasis
Uno de los elementos clave en la formación de la red neuronal que favorece la metástasis son las llamadas células Schwann , que rodean y protegen a las neuronas. La investigación revela que, bloqueando estas células, por distintas vías, se inhibe la formación de esta red nerviosa, y la metástasis no tiene lugar . «Las celulas tumorales mantienen un diálogo con el nervio y ese diálogo da paso a la formación de esta red neuronal que es el paso previo a la metástasis. Las células Schwan son el mediador entre las células y el nervio, bloqueándolas se bloquea la metástasis», explica el investigador del IRB. «Ese descubrimiento supone un primer paso importante para desarrollar terapias que frenen el avance de la metástasis tanto en personas que ya tienen el tumor como en otras que aún no lo tengan », puntualiza.
A juicio de la doctora Gloria Pascual , investigadora asociada del laboratorio de Células Madre y Cáncer del IRB Barcelona y co-primera autora del artículo junto a la doctora Diana Domínguez, «es te descubrimiento abre nuevos caminos para la investigación y el desarrollo de terapias dirigidas a evitar específicamente la metástasis del cáncer que es, casi siempre, donde reside la mortalidad».
El estudio, que ha contado con la colaboración del grupo del doctor Ali Shilatifard (Feinberg School of Medicine-Northwestern University), quien ha co-liderado el trabajo, ha recibido financiación del Worldwide Cancer Research , la Asociación Española Contra el Cáncer , la M arató de TV3 , la Fundación BBVA , el European Research Council , la Generalitat de Cataluña , el Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España, la Fundación Lilliane Bettencourt , la Fundación La Caixa , el National Cancer Institute y la University of Miami Miller School of Medicine, Sylvester Comprehensive Cancer Center .
También han participado en la investigación los laboratorios del doctor Holger Heyn (CNAG-CRG), el doctor Ramin Shiekhattar (Sylvester Cancer Center, University of Miami), la doctora Coro Bescós (Hospital Vall d’Hebrón) y la doctora Neus Prats (IRB Barcelona).
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