Ángel González Abad - LOS MARTES, TOROS
La Diada y ¡Ole!
Cardona, gobernada por Esquerra Rublicana, celebra su fiesta mayor, que maniene su esencia en torno al toro
La Diada hace tiempo que perdió su esencia. Ha pasado de ser un día grande de todos los catalanes a no se sabe qué de solo una parte. Otra demostración del sectarismo independentista de la que se volverán a sacar cifras apabullantes, que demostraran lo que sigue queriendo una parte de Cataluña, ya que la otra ni cuenta ni les importa. Lazos amarillos, esteladas, "presos políticos", y mucho fascista.
Un día para perdérselo, como van a hacer un puñado de jóvenes que han organizado para tan señalada jornada una capea con la que celebrar la Diada al margen de la Cataluña feliz. Aire taurino pues en este 11 de septiembre, aunque sea en una pequeña placita de toros de una finca en la que todavía se vive el milagro de criar toros bravos en tierras catalanas.
Pero al margen de esta contraprogramación a la Diada, hay una localidad cercana a Barcelona, de apenas cinco mil habitantes y gobernada por Esquerra Rublicana en la que su fiesta mayor, que se celebra estos días, mantiene su esencia en torno al toro. Desde el pasado fin de semana tienen lugar en Cardona sus tradicionales corre bous, con la típica cargolera, esa cesta de mimbre en la que se mete una persona y sirve para citar al toro. y, sobre todo, los festivales en los que ilusionados novilleros tienen el honor de utilizar capotes y muletas ante ganado bravo, con el beneplácito popular, que ningún político en Cardona ha osado inquietar la tradición taurina del pueblo, porque sabe lo que le espera.
Afortunadamente, la Diada todavía mantiene otras aristas, que van más allá de toda la carga política que se va a cocer hoy en Barcelona desde la ofrenda a Casanova, que ya no es lo que era, hasta las manifestaciones plenas de lazos y más lazos.
Muchos lazos y ¡Ole!