Miquel Porta Perales - El oasis catalán

Desinformar

«Una de las características más acusadas de los medios de comunicación, sean públicos o privados, copartícipes o afines del 'proceso', es la voluntad manifiesta de desinformar»

Una de las características más acusadas de los medios de comunicación, sean públicos o privados, copartícipes o afines del «proceso», es la voluntad manifiesta de desinformar. Una desinformación -de hecho, manipulación- que toma cuerpo y forma sobre dos pilares que constituyen la base del relato victimista de un independentismo inocente por definición. Si bien se mira, una manera de culpabilizar al Estado.

En primer lugar, la idea según la cual el Gobierno y/o el Estado son los responsables políticos de lo ocurrido por haber judicializado conscientemente la política con la intención de descabezar las legítimas aspiraciones del independentismo. En segundo lugar, la creencia que afirma que la sentencia del juicio contra los políticos presos está escrita de antemano.

A partir de estas imágenes y representaciones construidas ad hoc y adrede -¿acaso no es el independentismo quien judicializa el «proceso» al cometer presuntos delitos? ¿qué pruebas hay de la presunta prevaricación del Tribunal?-, los medios de comunicación pro «proceso» inundan el mercado con un argumentario -perfectamente empaquetado- para uso y abuso del independentismo. A saber: los políticos presos no han cometido ningún delito o, en el peor de los casos, solo han incurrido en desobediencia. Una desobediencia que daría satisfacción al mandato democrático del pueblo.

Un pueblo que fue -asegura el relato de la desinformación- el que organizó el referéndum ilegal del 1 de octubre frente a una España urnofóbica y antidemocrática. Con estos mimbres, la prensa copartícipe y afín del «proceso» lanza una suerte de cruzada -papel, audiovisual y digital: editorialistas, informadores, articulistas o humoristas cortados por un mismo patrón con algún outsider para justificar la «pluralidad»- con el único mensaje del «solo querían votar y por ello están siendo juzgados injustamente».

Así se protege, aísla, encapsula y manipula al individuo de las nocivas influencias externas. Una personalidad duplicada, dicen los psicólogos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación