Desescalada en cataluña

La Generalitat propone permitir visitas de familiares a las residencias desde la fase 2

El Gobierno, que debe avalarlo, lo prevé inicialmente para la fase 3 de la desescalada

Miembros del Ejército, durante una desinfección recientemente en Barcelona Inés Baucells

Esta funcionalidad es sólo para registrados

«No queremos correr riesgos y queremos poder dar apoyo a los usuarios de las residencias». Con estos argumentos, la consejera catalana de Salud, Alba Vergés, ha presentado este viernes un plan para la desescalada en los centros residenciales de Cataluña, una propuesta que quiere permitir, entre otros aspectos, las visitas de familiares a estos centros desde la fase 2 para mejorar la atención emocional a un colectivo especialmente castivado por el Covid-19. El Gobierno, que lo contempla a partir de la fase 3, debería avalarlo.

Vergés ha expuesto unas líneas estratégicas consensuadas con el sector para poder garantizar que las visitas, el retorno de usuarios que temporalmente han ido a vivir con familiares o a centros sociosanitarios o han sido ingresados se puedan realizar de forma segura. La consejera, que ha confiado en iniciar negociaciones con el Ministerio de Sanidad en esta línea, ha recordado que la Generalitat tiene las competencias en residencias y, por eso, «no hay nadie mejor que nosotros para ver el cómo podemos implantar» estas medidas.

Del plan destaca, precisamente, reintroducir las visitas en los centros sin riesgo ubicados en territorios de las fase 2. La idea es que un familiar pudiera acudir una vez por semana y durante media hora para encuentros en zonas habilitadas para ello y habría protocolos de seguridad como el control de la temperatura, la desinfección del calzado, el uso de mascarillas y las distancias físicas. «La gestión emocional es clave para estos usuarios y hasta ahora no la hemos podido abordar», ha recordado la consejera.

Vergés también ha defendido iniciar la vuelta de 753 ancianos que por el coronavirus se trasladaron temporalmente a domicilios de familiares o a centros sociosanitarios, siempre que los centros estén limpios del virus y los usuarios tengan una prueba PCR negativa. A los que vinieran de casas particulares, además, se les practicaría un aislamiento preventivo de 14 días.

«Son propuestas necesarias , trabajadas con el sector«, ha insistido Vergés, obviando que precisamente los responsables de centros residenciales siguen exigiendo más recursos para afrontar su nueva realidad con las máximas garantías.

Residencias verdes, naranjas y rojas

Salud, además, ha segmentado las más de 1.000 residencias en tres categorías , modificables en todo momento, en base de sus riesgos para determinar con más detalle sus actuaciones concretas: centros verdes (actualmente 472) que están sin ningún positivo y por lo tanto son muy seguras; centros naranjas (392) que tienen algún infectado pero bien aislados; y centros rojos (103) con positivos y sin capacidad de aislamiento, y por eso, especial riesgo. A día de hoy quedan 87 centros pendientes de clasificación.

Así, las visitas de familiares se permitirían en los centros verdes y naranjas y en estas mismas instalaciones, por ejemplo, también se permitiría a partir de la fase 2 la reactivación de servicios esenciales para los ancianos como la peluquería o la podología . En la fase 3 se permitiría reanudar más actividades.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación