Jordi del Río - Tribuna abierta

El desembre congelat

Así acaba uno de los diciembres políticos más confusos desde la restauración democrática española y catalana

«El desembre congelat confús es retira». Así acaba una de las canciones navideñas más populares de Cataluña. Y así acaba uno de los diciembres políticos más confusos desde la restauración democrática española y catalana. Tan confuso que los recientes resultados electorales han dejado realmente congelado a prácticamente todo el abanico político.

«Qui en dirà més gran mentida, fum, fum, fum!» El Partido Popular ha ganado las elecciones. Pírricamente, de acuerdo, pero las ha ganado en un escenario salpicado de mentiras y corrupción y que hace apenas un par de años hacía inconcebible ni siquiera esa amarga victoria. Curioso «mérito» que dice poco de la madurez de nuestra democracia.

«Ara ve Nadal, matarem el gall i a la tia Pepa li donarem un tall» El PSOE ha perdido las elecciones. Y de paso tal vez a su líder. Un líder y un equipo incapaz de construir una alternativa con todo el hediento viento del paro y la corrupción a su favor. Incapaz de adherirse con credibilidad a las mareas reivindicativas que, a falta de ser representadas políticamente en el Congreso, se han constituido en la verdadera oposición a la mayoría absoluta del gobierno. Ex presidentes, ex ministros y ex ministras convertidos en los mejores aliados del PP. Y Susana Díaz esperando su tall. El trozo o trofeo de un Pedro Sánchez que todo parece indicar que como escuchamos en El Noi de la Mare, «les figues són verdes». Tengo dudas de que tengan tiempo para madurar y llegar al dia del Ram.

«A prop d’alli passava un dimoni escuat, patrip, patrap» Y finalmente el proceso catalán: allà dalt de la muntanya. No ha hecho falta que Pablo Iglesias, el líder platónico (de plató televisivo) de la izquierda posmoderna, castigase con su látigo a Artur Mas, líder de la voluntad del pueblo. Parece que lo han hecho las urnas de manera más incruenta. Mientras tanto, el ansia del líder de la nueva política continua enfocado obsesivamente en combatir el aburrimiento que le provoca la explicación de su ideología política con la omnipresencia en los platós de algunas televisiones. Y es que en gran medida, todo continúa igual. España continúa a la misma distancia de Cataluña, Millet y Montull campando a sus anchas, el bipartidismo con su mala salud de hierro y sus líderes tocados y el Barça con sus éxitos, haciéndole la vida imposible al Real Madrid. La realidad congelada. Cosas de diciembre.

Jordi Del Río es periodista.

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