Ángel González Abad - Los martes, toros
El desafío de la Monumental en pie
«Lejanos nos parecen ya los tiempos en los que algunos partidos se disputaban el voto de los aficionados catalanes»
Lejanos nos parecen ya los tiempos en los que algunos partidos se disputaban el voto de los aficionados catalanes. La mentira política de la prohibición de las corridas de toros, perpetrada en el Parlament en julio de 2010, puso a la tauromaquia en primera línea de fuego. Promesas de ayuda, y hasta el reconocimiento con salidas a hombros de la Monumental junto al diestro catalán Serafín Marín.
Partido Popular y el entonces incipiente Ciudadanos rivalizaron por ganarse el favor de unos ciudadanos a quienes en una maniobra política, que finalmente fue invalidada por el Constitucional, quedaron huérfanos de libertad. Del resto del espectro político, poco, más bien nada, y ahora nada de nada, como si un tupido velo cayera sobre una parte de la historia de Cataluña.
Tras las elecciones del domingo, Esquerra Republicana se puede hacer con la alcaldía de Barcelona. Y Ada Colau en segunda posición. Habrá que ver cómo es la mirada del nuevo Consistorio hacia la plaza que sigue desafiante ante su futuro. Si echamos la vista atrás, ERC lanzó la primera ofensiva contra la Fiesta en el Parlament con aquel proyecto que equiparaba las corridas de toros con el maltrato a mujeres, niños y ancianos. También protagonizó maniobras en la oscuridad para conseguir que la familia Balañá se desprendiera del coso a cambio de suculentas promesas.
Si nos fijamos en la alcaldesa Colau, sus roces con los toros tampoco han sido suaves. No hay más que recordar, entre otros, la prohibición de instalar aquel gran cartel de Morante de la Puebla para anunciar la Feria del Pilar. Ante esta realidad, los aficionados no se engañan y siguen en la lucha. Hoy mismo tienen una cita en los cines Girona en la proyección del documental “Un filósofo en la arena”, y la programación de actos pertenece más viva si cabe. Enfrente, el nuevo Ayuntamiento de Barcelona en donde ni Ciudadanos ni PP son decisivos, aunque existe una realidad incontestable que es la presencia de la Monumental, que sigue en pie y, pese a todo, desafiante.