La crisis de las ambulancias deja a 50 pacientes sin transporte en Tarragona

La mayoría tenían una visita programada en hospitales de Barcelona y han tenido que anularla

Flota de ambulancias de la empresa Egara ABC

E. ARMORA

La crisis del sector de las ambulancias en Cataluña no se ha resuelto con el golpe de timón del consejero de Salut, Toni Comín , del pasado 5 de mayo, cuando decidió sacrificar a la cúpula directiva del Servicio de Emergencias Médicas (SEM) para enmendar la situación. Los problemas que arrastra el sector son inherentes al nuevo modelo y a la delicada situación que atraviesan algunas de las compañías de transporte sanitario que tienen adjudicado actualmente el servicio.

La falta de coordinación y los problemas laborales que sufre desde hace meses una de las compañías de ambulancias que presta servicio en la zona del Baix Ebre, Ambulancias Egara , llegaron ayer a su punto más álgido. Una cincuentena de pacientes que tenían una cita o una prueba programada en diferentes hospitales de la zona o en centros de Barcelona, tuvieron que anularla por falta de transporte, según denunciaron a ABC los trabajadores de la compañía.

Horas de retraso en diálisis

Una veintena más de pacientes tampoco pudieron acudir al hospital de día del Hospital de la Santa Creu de Jesús de la capital del Baix Ebre, Tortosa , por el mismo motivo. La incidencia afectó igualmente a seis enfermos que debían recibir diálisis en este último centro sanitario y llegaron a la sesión con horas de retraso. Portavoces del hospital de día confirmaron a este diario las incidencias.

La raíz del problema es, según denunciaron fuentes del sindicato Sindi.Cat, que el centro de coordinación del transporte sanitario no urgente en las Tierras del Ebro está ubicado desde hace unos meses en Tarragona y no en el territorio, lo que hace que « se planifique desde el total desconocimiento de la zona , causando demoras insostenibles en el servicio».

«Hay ambulancias que en un mismo servicio transportan a pacientes de Deltebre y de Flix , localidades que se encuentran a 76 kilómetros de distancia», explica el sindicato. Los problemas con el transporte sanitario no urgente se arrastran desde hace meses. Josep Uribe Martínez, que cada semana viaja desde L’ Ampolla al Hospital del Vall d’Hebron de Barcelona para tratarse un tumor en la próstata, da fe de ello. «Cada semana hay retrasos intolerables, siempre llegas tarde y encima te torean», denuncia el paciente. Explica que la compañía de ambulancias Egara le da diferentes horas de recogida en un mismo día y a veces tarda casi una hora en llegar. «Los trabajadores reciben la orden de transporte el mismo día y hasta entonces no saben la ruta que van a hacer, van planificando sobre la marcha y eso impacta en los pacientes, que ya tenemos bastante con lo nuestro», denuncia Josep Uribe. Asegura que el malestar por el mal servicio es generalizado y que en el centro de Tortosa «se han acabado las hojas de reclamación».

«No somos borregos»

«Espero que la Generalitat haga algo porque en breve empiezo la radioterapia en Barcelona y no tengo claro que pueda recibirla», dice angustiado el paciente. «Somos gente frágil, no pueden tratarnos como borregos», concluye el paciente.

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