Ángel González Abad - Los martes, toros

A la conquista de Madrid

Abel Robles, un chaval que ha salido de la Escuela de Tauromaquia de Cataluña desplegó en el ruedo venteño toda su torería, que, a juicio de las crónicas, no fue poca

El pasado domingo toreó en el madrileño coso de Las Ventas un diestro catalán que esta luchando por abrirse paso. Abel Robles debutaba en la primera plaza del mundo con toda su carga de ilusiones, con la bandera de querer ser torero en una tierra en donde se mezclaron toros y política con toda clase de intereses, tanto que cercenaron la libertad de una afición.

Pues Abel Robles, un chaval que ha salido de la Escuela de Tauromaquia de Cataluña -un milagro que siga viva- desplegó en el ruedo venteño toda su torería, que, a juicio de las crónicas, no fue poca. Los novillos de San Martín que le tocaron en suerte no fueron los mejores para el triunfo, pero el catalán se sobrepuso. Firmeza y elegancia, le han cantado los críticos, que han destacado su buen concepto del toreo y sus formas clásicas. No hubo éxito grande, pero sí dejó ganas de volver a verlo. A punto estuvo de conquistar Madrid.

Y si echamos la vista atrás, quien conquistó Madrid en su presentación fue Enrique Patón, que ahora celebra el cincuenta aniversario de su alternativa. El 3 de septiembre de 1967, de manos de Chamaco, ante Paquirri, y con un toro de Manuel Arranz, un espigado mozo de Figueras se hizo matador de toros en la Monumental de Barcelona. Un torero que dejó escritas buenas páginas en la década en la que luchó enconadamente por alcanzar un lugar de privilegio en el escalafón de matadores. Triunfos y sangre marcaron su carrera, que tuvo el punto final en donde empezó, en una tarde de septiembre, de 1977, en la arena de la plaza de Barcelona. El pasado como hombre vestido de luces, catalán siempre, y el aún presente como importante empresario taurino.

Patón toreó mucho tanto en el coso barcelonés como en las numerosas plazas catalanas que por aquellos años ofrecían una temporada completa. Quiso, ya como empresario, coger las riendas de la Monumental barcelonesa, pero le cerraron el paso. Como a Abel Robles, el joven novillero que no puede pisar su plaza, pero que a punto ha estado de conquistar Madrid. Tiempo habrá.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación