Confirman la curación total del «Paciente de Londres», segunda victoria de la ciencia contra el VIH

El virus sigue indetectable en su organismo después de 29 meses sin tomar tratamiento antirretroviral

Presentan un nuevo caso de «remisión a largo plazo» de la infección: el «Paciente de Düsseldorf» que lleva 14 meses libre de la enfermedad sin medicarse

Javier Martínez-Picado, profesor ICEA e investigador del IrsiCaixa, que ha coordinado la investigación IrsiCaixa

E. Armora

Timothy Brown, conocido en círculos médicos como el «Paciente de Berlín» , se declaró en 2007 como el primer caso de curación del VIH. Presentaba una leucemia mieloide aguda (LMA) y fue sometido a un trasplante de médula ósea. A partir de entonces, empezó a remitir la enfermedad en su organismo hasta desaparecer en él cualquier resto del virus.

Doce años después de esta primera victoria mundial contra el virus, apareció un segundo caso, de características similares al primero, el denominado «Paciente de Londres». Era portador del VIH desde 2003 y en 2012 fue diagnosticado de un linfoma de Hodgkin . Se le indicó un trasplante de médula y la donante de células madre seleccionada poseía la mutación CCR5 Delta 32, aquella que impide la entrada del virus en las células diana del VIH, los linfocitos T CD4. Finalmente, el paciente recibió el trasplante y, al igual que Brown, su carga viral empezó a caer en picado.

El año pasado los científicos calificaron su caso como una «remisión a largo plazo» tras permanecer libre de la enfermedad un año y medio después del trasplante sin recibir recibir medicación. Ahora, una nueva investigación publicada en «The Lancer VIH» y liderada por IrsiCaixa, consorcio participado por La Caixa , confirma su curación total, ya que el afectado, cuya identidad no ha trascendido, lleva 29 meses sin tomar tratamiento antirretroviral y el virus sigue indetectable en su organismo.

La publicación sale a la luz coincidiendo con la Conference of Retrovirus and Opportunistic Infections (CROI), la conferencia mundial más importante sobre sida, que debía celebrarse en Boston (EE.UU) pero finalmente tiene lugar de forma virtual debido al coronavirus. En este mismo congreso, el consorcio IciStem, coordinado conjuntamente por el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa y el University Medical Center de Utrecht (Holanda) presenta un tercer caso de «remisión a largo plazo» del VIH después de un trasplante de médula ósea: el «Paciente de Düsseldorf», que lleva 14 meses sin virus en ausencia de medicación antirretroviral.

Los investigadores diferencian los conceptos de «cura» y «remisión a largo plazo» en función del tiempo transcurrido sin rebote viral desde la interrupción de la medicación antirretroviral. «Cuando se publicó inicialmente el caso de Londres insistimos en no hablar de cura porque, aunque 18 meses invitaban mucho al optimismo porque no se había visto un intervalo tan largo desde el «Paciente de Berlín», queríamos ser prudentes y no generar falsas expectativas», señala Javier Martínez-Picado , investigador ICREA en IrsiCaixa y cocoordinador de IciStem. Ahora, con 29 meses de remisión, los investigadores van un paso más allá.

El «Paciente de Londres», el nçúmero 33 de la cohorte, era un hombre portador del VIH a quien se le detectó un Linfoma de Hodgkin por el que en 2016 se sometió a un trasplante de células madre con una mutación, llamada CCR5 Delta 32 , que impide la entrada del virus a las células diana del VIH, los linfocitos T CD4. Al cabo de 16 meses, los médicos interrumpieron el tratamiento antirretroviral y, en marzo del 2019, la revista «Nature» publicó un artículo en el que se demostraba que llevaba 18 meses con el virus indetectable en su sangre, lo que le convertía en el segundo caso de «remisión a largo plazo».

Ahora, casi dos años y medio después de la interrupción del tratamiento, el virus continúa indetectable en sangre, líquido cerebro-espinal, tejido intestinal y semen . «Los anticuerpos contra el virus han seguido bajando y también la señal de las células citotóxicas que actúan contra la enfermedad, aunque sí vemos que se activan contra otros virus como el megalovirus, lo que significa que el sistema inmunitario del paciente funciona», explica Martínez- Picado en declaraciones a este diaerio

Restos moleculares sin capacidad infecciosa

Únicamente se han hallado restos moleculares del virus en nódulos linfáticos , aunque se trata de material genético defectuoso que no tiene capacidad replicativa y, por tanto, no tiene capacidad infecciosa. «El caso hja sido prácticamente idéntico al del "Paciente de Berlín" . En el momento de determinar su curación también se detectaban restos fósiles de ADN viral sin capacidad infecciosa», recuerda el investigador.

Como el caso de Alemania, el «Paciente de Londres» también presenta anticuerpos contra el VIH, aunque a un nivel muy bajo. Ha experimentado una reducción continua desde el trasplante. Su presencia podría indicar que las nuevas células del sistema inmunitario podrían haber sido expuestas al virus, pero según la investigadora de IrsiCaixa María Salgado , que forma parte de IciStem, «es habitual que en el organismo persistan evidencias de una infección pasada , los anticuerpos pueden tardar años en desaparecer».

Caso Düsseldorf, 14 meses sin rebote viral

En cuanto al «Paciente de Düsseldorf», se trata de un hombre de 50 años con VIH que en febrero de 2013 recibió un trasplante de células madre para tratar una leucemia mieloide aguda . Las células del donante también tenían la mutación CCR5 Delta32.

En noviembre de 2018, los médicos interrumpieron la medicación antirretroviral y, 14 meses después, sigue sin rebote viral. Los análisis muestran rastros de ADN del virus en los nódulos linfáticos y el tracto gastrointestina l, aunque sin capacidad infecciosa. Según los investigadores, estos resultados «son compatibles con una remisión sostenida del VIH».

Habitualmente, cuando las personas con infección por el VIH interrumpen el tratamiento, el virus rebota a lo largo de las primeras cuatro semanas . La falta de rebote en estos casos se debe a que las células del donante son resistentes al VIH, y a medida que van reemplazando las células del receptor después del trasplante, disminuyen las posibilidades de infección para el virus, que acaba desapareciendo.

«Esta investigación nos ha servido para saber dónde y cuándo hemos de mirar cuando hay infección y para llegar a la conclusión de que para que haya curación se deben eliminar casi todas las células infectadas (entre el 90 y 95 por ciento)», apunta el investigador del IrsiCaixa.

Las conclusiones del estudio han evidenciado también que los dos pacientes curados «se han beneficado de una bola extra» que es que al recibir el trasplante tienen una mutación en el receptor de entrada del virus en las células que les hace resistente a la infección.

Reto: introducir la mutación en sus células

«En los dos casos de curación, buscamos donantes que en sus células tuvieran esa mutación, aunque no se puede generalizar como tratamiento porque no se pueden realizar trasplantes de médula a no ser que estén indicados». «El reto de futuro es que podamos extraer las células de los propios afectados, tratarlas en el laboratorio para introducirles la mutación que les hace resistentes a la infección, y volver a trasplantarlas. Hay una investigación en EE.UU. en este sentido y estamos pendientes de los resultados», avanza Martínez-Picado . Pese al éxito, el científico subraya que « aún quedan ciertas barreras por derribar antes de que la edición genética del receptor CCR5 pueda ser utilizada como estrategia de cura escalable para toda la población». Financiado por The Foundation for AIDS Research, amfAR (EEUU), IciStem ha incluido desde 2014 a 40 pacientes con VIH que tenían que someterse a un trasplante de células madre.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación