El compromiso de José Tomás

Los aficionados catalanes, esa admirable resistencia que mantiene viva la llama de la Fiesta, se reunieron en torno al IV Congreso Taurino de Cataluña, que con un esfuerzo titánico organiza la Unión de Taurinos y Aficionados (Utyac). Dos jornadas intensas que tuvieron lugar el pasado fin de semana en el Centro Aragonés de Barcelona. Dos días de toros que bien podrían haberse celebrado en la mismísima plaza de toros Monumental.

Sí, porque la Monumental cumplió el sábado 27 de febrero su primer siglo de vida, y para cantarle el cumpleaños feliz se sumó el hombre que ha despertado en sus tendidos las máximas emociones, los más felices sentimientos en la maltratada afición catalana. José Tomás quiso estar ese día tan señalado junto a las gentes de bien que tanto lo apoyaron, que tanto disfrutaron con su entrega, al que tanto admiraron. El espaldarazo de José Tomás a su plaza fue secundado por una atronadora ovación. Se le agradecía el gesto y en esos minutos de gloria el ambiente se lleno de recuerdos. Tardes inolvidables como la que cortó los máximos trofeos en 2000, o la de reaparición en 2007, también el indulto de Idílico en 2008, o los seis toros de la temporada siguiente y hasta saltaron algunas lágrimas con el sabor agridulce de la última de septiembre de 2011.

«La llama del toreo sigue viva en Cataluña» acertó a decir el maestro de Galapagar, que el pasado sábado se convirtió en el heredero de todos los toreros que han escrito cien años de historia en la Monumental, de todas las figuras, de los más modestos también..., porque esa llama del toreo sigue viva en esta tierra, en donde todavía hay ilusión a raudales para que en su arena vuelva repetirse el rito ancestral de la Tauromaquia. Porque todavía hay toreros que se sienten comprometidos con esa resistencia, porque la sentencia del Tribunal Constitucional tiene que estar cada vez más cerca y porque el gesto de José Tomás no va a quedar ahí. Al tiempo.