Antoni Fernández Teixidó - Tribuna abierta

Un compromiso disparatado

«En ninguna circunstancia, ERC va a defender al gobierno de España»

Antoni Fernández Teixidó

Puede haber o no, acuerdo entre el PSOE y ERC para la investidura de Sánchez. No lo duden, harán todo lo que esté en sus manos, incluso el ridículo, para cerrar un pacto. El Presidente en funciones exige gobernar a toda costa y a pesar de lo que proclamó solemnemente en campaña, no le importa el precio que el país tenga que pagar. Asimismo, Junqueras hará lo necesario para mitigar la situación de los políticos presos tras la sentencia.

El límite será aquel que permita la aquiescencia de sus respectivas bases, hoy, vanguardia de su electorado. Los barones de uno y otro partido recelarán de cualquier acuerdo que ponga en peligro su posición territorial. Los republicanos saben también que no pueden arruinar el núcleo primigenio de sus principios independentistas. Por supuesto, la naturaleza de las reivindicaciones de ERC constituirá un obstáculo. La pretendida negociación de gobierno a gobierno, el debate explícito sobre la autodeterminación y la amnistía presentan dificultades, a mi juicio, insuperables. El temor de Junqueras a ensanchar el margen de maniobra de Waterloo es superior al deseo de ver al eventual vicepresidente español trabajando entusiasta por la causa del independentismo en medio mundo. A pesar de todo y de todos, Sánchez lo intentará hasta el final.

¿Por qué el pacto es frágil? En ninguna circunstancia, ERC va a defender al gobierno de España. Bien al contrario, es el enemigo a batir y le atacará. En última instancia, el apoyo a los socialistas en la investidura es meramente instrumental para los secesionistas. ¿Se puede confiar en que esta alianza sea duradera? No. Se llegará a un acuerdo que unos y otros saben que será temporal pero disimularán. El horizonte que lo pondrá a prueba será la inevitable convocatoria electoral en Catalunya.

Sería para Torra una irresistible tentación convocar elecciones justo después de la investidura de Sánchez porque tendría a ERC donde JxCat siempre ha querido, en el umbral de una «repugnante traición» al pueblo de Catalunya. Junqueras le debe una a Puigdemont. Viva está la «imperdonable traición» que impidió la convocatoria de elecciones, en octubre de 2017, ya decidida por el President. Sería esta la oportunidad esperada para devolver la afrenta a Junqueras. Por todo ello el compromiso con los independentistas es puro dislate y la dinámica que abre es peligrosísima. Se verá.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación