Un colegio de Terrasa (Barcelona) censura a la maestra que humilló a la niña que pintó una bandera
El mismo día de los hechos la familia presentó una denuncia ante los Mossos d'Esquadra
![El incidente despertó una campaña para poner banderas españolas en la puerta del colegio](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2020/01/10/ImagenQuay(145978778)-kE4C--1248x698@abc.jpg)
La investigación contra la profesora de una escuela de Tarrasa (Barcelona) que supuestamente humilló a una niña por dibujar una bandera española continúa su curso. Ayer compareció en sede judicial la directora del colegio. La responsable del centro educativo, sin entrar a valorar si la maestra actuó movida por cuestiones ideológicas, dejó claro que su actitud no había sido la correcta. Añadió, además, que esta docente continuó portando un lazo amarillo en su solapa en solidaridad con los líderes independentistas encarcelados pese a las advertencias del centro, explicaron a ABC fuentes conocedoras de su declaración.
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Los hechos se produjeron el pasado 17 de junio en la escuela Font de l’ Alba de Tarrasa . Según la versión de la familia, que consta en la denuncia presentada y que ayer ratificaron en sede judicial, esta docente supuestamente «increpó y zarandeó a la alumna y la humilló ante sus compañeros por pintar una bandera española junto a la frase “¡Viva España!”» en su trabajo de fin de curso. Siempre según la versión de los padres, «como consecuencia de la agresión, la niña cayó al suelo y sufrió lesiones». Según recoge el parte médico, tenía molestias en la zona lumbar y en un dedo.
La versión de la Generalitat
El mismo día de los hechos la familia presentó una denuncia ante la Policía autonómica; los padres se quejan de que las autoridades educativas tardaron en reaccionar. Cinco días después de la supuesta agresión, el departamento de Educación de la Generalitat, que dirige Josep Bargalló , negó que hubiese intencionalidad política en la agresión ni tampoco maltrato físico. «No se percibe motivación ideológica de la docente en su actuación, porque también rechazó los símbolos y los dibujos de otros alumnos, al considerar que no se ajustaba a los criterios dados al grupo». Sí que admitió el consejero que la docente había destripado ante el resto de la clase su trabajo y que la había dejado sola en el pasillo.
Esto, admitió entonces el departamento, podría constituir una falta leve por lo que a la profesora se le abrió un expediente disciplinario. Sin embargo, de momento este expediente está en suspenso a la espera de lo que dictamine el proceso penal todavía en marcha. La declaración de la directora de ayer fue una más de las diligencias que el juzgado está practicando. Según ha podido saber este diario, en las próximas semanas, aunque todavía sin fecha, está previsto que declare en condición de investigada la profesora. Antes lo hará la niña, que ahora tiene diez años de edad, en una comparecencia ante un equipo de psicólogos bajo la dirección del juzgado.
Tras el incidente, la familia de la niña decidió trasladarla a ella y a sus dos hermanas, más pequeñas, a otra escuela para evitar hipotéticas presiones derivadas de este caso, que este diario adelantó en su edición del pasado 17 de julio. Optaron por el cambio de escuela pese a que la dirección del centro les envió una carta garantizándoles que ni la pequeña ni sus dos hermanos coincidirían en las aulas con la profesora investigada. «Para su tranquilidad y para evitar situaciones de desconfianza, nos comprometemos a adoptar medidas organizativas para que en el futuro ninguna de sus hijas coincida con la citada profesora como tutora» apuntaba en esa misiva el centro educativo. La respuesta del centro no satisfizo ni a la familia ni tampoco a la presidente de la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), Ana Losada. La portavoz de la entidad denunció el «cinismo» de la escuela diciendo eso a sabiendas de que los padres ya habían pedido el traslado.
El proceso penal sigue en marcha, pero la menor ya ha sufrido las consecuencias del caso. Cambió de colegio, dejando de ver diariamente a sus compañeros de clase. Según la madre, además, «sigue teniendo pesadillas» . La familia asegura que sigue afectada a nivel emocional: «No quiere volver a ver a la profesora para nada».
Lourdes, madre de la niña, aseguraba entonces que hasta ahora no habían tenido problemas con la docente, no obstante, lamentaba que no amagara ante los alumnos sus tendencias políticas. «También llevaba un lazo amarillo puesto mientras daba clase», explicó tras implorar a los educadores que antepongan su «profesionalidad». Lo de que lucía el lazo lo confirmó ayer la directora durante su declaración ante el juez.