BCNegra 2019
Claudia Piñeiro: «La novela negra se está expandiendo y empujando sus límites»
La autora argentina recoge en Barcelona el Premio Carvalho 2019
Se fue James Ellroy con el Premio Carvalho perfectamente encajado en su mandíbula de pitbull enfurecido y su lugar lo ha ocupado con habilidad de velocista la argentina Claudia Piñeiro, primera escritora latinoamericana a la que BCNegra otorga su máxima distinción y bisagra literaria entre dos continentes hermanados un poco más por un género, el negrocriminal, del que la autora de «Betibú» entra y sale a su antojo.
«Si tuviera que definir lo que hago, diría que escribo con muertos. Casi siempre hay un muerto y la búsqueda, y eso remite al género», relativiza Piñeiro horas antes de recoger el galardón en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona. «Me da vértigo estar en esta lista, con autores como los que han ganado el premio en otra ocasiones», añade la argentina mientras, se supone, repasa mentalmente una alineación en la que destacan P. D. James, Henning Mankell Maj Sjówakk, Donna Leon o Dennis Lehane, entre otros.
Titanes de lo negro y lo policial a los que ahora se suma una autora que, tal y como destaca el comisario de BCNegra, Carlos Zanón, «entra y sale del género cuando quiere, bebe mucho de la narración oral y trabaja con el suspense y los vacíos». Unos pocos trazos para perfilar una identidad literaria en la que caben todos los matices del negro y que concibe el género como algo poroso y maleable que desborda continuamente sus supuestos límites. «Para poder escribir novela negra uno tiene que poder contar la sociedad en la que se cometen los crímenes», sostiene Piñeiro, convencida como está de que no hay mejor percha para vestir sus novelas que la que brinda el suspense y la intriga. «El género se me impone: me voy todo el tiempo hacia la novela negra porque es una zona de confort; escribo sin pensar que es de género y luego me doy cuenta de que tengo que responder a las reglas del género y es entonces cuando lo hago desde los márgenes», explica.
Criminalidad cotidiana
Un buen ejemplo de todo esto sería «Quién no» (Alfaguara), colección de relatos recién publicada en la que Piñeiro alterna lo negro, lo cotidiano e incluso el terror. «El género se está expandiendo y empujando sus límites. Puede haber violencia, muerte e intriga, sí, pero ya no de haber necesariamente una una búsqueda de quién hizo qué», apunta una autora más interesada en el criminal inesperado que en el psicópata sin matices. «Los personajes que a mi me gustan son los que parecen cotidianos: más que el asesino serial, el vecino que un día te enteras que mató a su mujer», detalla. En el caso de «Quién no», cuya edición coincide con la recuperación, también en Alfaguara, de «Elena sabe», Piñeiro destaca que lo que une a los personajes es «su situación ante un abismo».
Con más de una docena de novelas publicadas y un largo historial de adaptaciones cinematográficas y trabajos como guionista, Piñeiro es también una férrea y comprometida defensora de los derechos de la mujer y activista a favor de la legalización del aborto. «Son temas que siempre me han interesado. En Argentina desayunas cada día con una mujer que aparece muerte después de estar varios días desaparecida», ilustra una autora que fue también cara visible de la campaña por la despenalización del aborto en su país. «Nos falta conseguir la ley, pero al menos se ha introducido la palabra en el debate social,, Antes, “aborto” era una palabra que no se podía decir», explica.