Investigación pionera
Científicos españoles descubren por qué la inmunoterapia no funciona en tumores sólidos
La investigación describe cómo las células malignas sobreviven al ataque de los linfocitos bloqueando el interruptor que controla la muerte celular
Este hallazgo permitirá en un futuro seleccionar mejor a los pacientes que se beneficiarán de estos tratamientos

La inmunoterapia, la terapia biológica que utiliza las defensas naturales del cuerpo para combatir la enfermedad, es una de las estrategias más prometedoras de las que disponen actualmente los oncólogos para combatir el cáncer. Sin embargo, mientras en los cánceres hematológicos se ha ... mostrado eficaz, algunos tumores sólidos escapan a su acción y fracasa.
Un estudio del Vall d’Hebron Instituto de Oncología ( VHIO), dirigido por el investigador Joaquín Arribas , y publicado en la revista ' Nature Communications' describe cómo las células malignas son capaces de resistir estas inmunoterapias en este tipo de tumores: mediante la interrupción de una vía intracelular de señalización que inicia la molécula de interferón gamma. «En algunos tumores las células malignas llevaban como una especie de chalecos antibalas y esquivaban el ataque de los linfocitos. Esta investigación nos ha desvelado cómo se blindaban a este ataque, cómo evitaban la muerte», explica Arribas en declaraciones a ABC.
Este descubrimiento permitirá, según avanzan los investigadores, en un futuro, diseñar nuevos ensayos de inmunoterapia de una manera más eficaz y seleccionar mejor aquellos pacientes que se beneficiarán de estos tratamientos.
Muchos de los esfuerzos para desarrollar nuevas inmunoterapias se focalizan en garantizar la llegada de células inmunes citotóxicas a los tumores. Hasta ahora, los investigadores creían que, una vez en el tumor, los linfocitos activos causaban ineludiblemente la muerte de las células malignas, aunque con el tiempo «se vio que al cabo de unos meses, en algunos tumores sólidos las células malignas no morían por la acción de los linfocitos y los tumores se volvían resistentes a la terapia biológica », indica el investigador del VHIO. Un estudio que ahora se publica en la revista 'Nature Communications' , cuyos primeros autores son los doctores Enrique J. Arenas y Alex Martínez-Sabadell , y que ha dirigido el doctor Joaquín Arribas , investigador del VHIO y de CIBERONC , director del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y profesor ICREA , ha descubierto cómo las células tumorales logran escapar de la muerte inducida por los linfocitos: mediante la interrupción de la vía de señalización de interferón gamma.
Mecanismos para resistir el ataque
La investigación en terapias con células T –tanto los anticuerpos biespecíficos de linfocitos T (TCB) como los receptores de antígenos quiméricos (CAR)– está generando enormes expectativas.
«En algunas neoplasias hematológicas ya han sido aprobados. Sin embargo, en ensayos con tumores sólidos se ha fracasado. Hasta ahora se creía que este fracaso era debido a la incapacidad de las células T de alcanzar las células tumorales. Pero se sabía poco de los mecanismos que usan los tumores para resistir el ataque directo de las células T. Es en este sentido en el que hemos centrado nuestra investigación», apunta Arribas.
El fracaso de los TCB y los CAR en el tratamiento de los tumores sólidos motivó una intensa investigación que ha ayudado a identificar mecanismos de resistencia primaria y adquirida . «Ya se están implementando diferentes estrategias para superar estos mecanismos de resistencia, pero nosotros quisimos profundizar y ver si, además de estos, existían más mecanismos que ayudaran a las células tumorales a soportar el ataque de los linfocitos dirigidos», explica el investigador del VHIO.
En el estudio que ahora se ha publicado, Arribas y su equipo trataron de manera crónica células tumorales con TCB y CAR para identificar estos mecanismos de resistencia . «Gracias a la investigación descubrimos que, incluso cuando un linfocito citotóxico tiene acceso al tumor, situación en la cual se asumía que sería capaz de destruirlo, este es capaz de desarrollar una estrategia de evasión, que es la interrupción de la vía de señalización de interferón gamma. Esto le permite escapar al ataque del linfocito, lo que podría explicar por qué no han funcionado los estudios clínicos en tumores sólidos».
«Interruptor que controla la muerte celular»
El interferón gamma es una citoquina que estimula y modula el sistema inmune. «Es como una especie de interruptor que controla la muerte celular. Algunas células tumorales aprenden a apagar esta vía y así sobreviven al ataque de los linfocitos, que siguen intentando matarla, pero no son capaces de lograrlo», apunta el doctor Arenas, primer firmante del artículo, quien comenta que con la identificación de aquellos pacientes que tienen esta vía apagada se ayudaría a predecir cuáles serán los que mejor respondan a este tipo de inmunoterapia , y así se podrían orientar las terapias avanzando en la medicina de precisión.
«Sin embargo, hasta ahora no es fácil identificar en la práctica clínica cuáles son los pacientes que tienen esta vía apagada. Este sería el siguiente paso en la investigación; el poder desarrollar un método sencillo para saberlo», añade el investigador.
Investigaciones previas llevadas a cabo en el VHIO han avanzado en cómo lograr mejorar los resultados de la inmunoterapia. Así, a finales de 2018 el equipo del doctor Joaquín Arribas logró demostrar la eficacia de un TCB que detecta una proteína presente exclusivamente en células tumorales de un subtipo de cáncer de mama agresivo: el p95HER2-TCB .
Nuevo ensayo en 2024 en cáncer de mama
Ahora se trabaja en un nuevo ensayo clínico que se espera iniciar en 2024, en el que se explorará el uso de un CAR T para el tratamiento del cáncer de mama .
«Gracias a los hallazgos que hemos hecho con esta investigación, ahora podremos hacer un cribado mejor de las pacientes que entrarán en el estudio y prever también en qué momento pueden aparecer resistencias y desarrollar estrategias que nos ayuden a esquivarlas», comenta Arribas, quien añade que « ninguna terapia logrará curar el cáncer, por muy buena que sea siempre surgirán mecanismos de resistencia. Lo que debemos hacer es estudiarlos y saber lo que nos podríamos encontrar, para combinar diferentes terapias que ayuden a superar estas resistencias y terminar cronificando la enfermedad».
Para llevar a cabo esta investigación que ahora se ha publicado en Nature Communications, el equipo de Joaquín Arribas también contó con la participación y colaboración del Programa Integral de Inmunoterapia e Inmunología (CAIMI) – BBVA del VHIO. Su financiación ha sido posible gracias a las ayudas de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y de Ausonia , a través de la propia AECC, la Breast Cancer Research Foundation (BCRF) y el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
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