Celia Cánovas Essard - Tribuna abierta
Podemos y la poción del Dr. Jekyll
Me duele España, y mucho, cuando pienso en lo que pudo haber sido y no fue
Empiezan a quedar muy lejos aquellos tiempos donde la gente común, indignada ante una crisis financiera que se cebaba con los más vulnerables, nos empezamos a agrupar en círculos. Todo aquello que se empezó de manera asamblearia, derivó en el surgimiento de un partido político que cambiaría hasta día de hoy el panorama político en España. Este movimiento, convertido en partido político, poco a poco fue degenerando en un sistema horizontal de palabra y vertical de hecho. Tan vertical, que la dirección se creía con el poder de disponer del dinero de la caja de solidaridad sin necesidad de justificación alguna.
En la novela de Robert Louis Stevenson, Jekyll es un científico que crea una poción con la capacidad de separar la parte más humana del lado más maléfico de una persona. Parece que en Podemos fuera esa la bebida estrella; mientras a unos esa experiencia nos unió todavía más a la realidad de la gente, a otros se les nublaba la vista de desfachatez. Se puede tener la libertad de comprar un chalé pero lo que no se puede hacer, de ningún modo, es disponer del dinero injustificadamente de una caja de solidaridad. De ese dinero procedente de parte de nuestras nóminas, que nos obligaban a donar. No sólo eso, sino que jamás nos justificaron cómo se gastaban los millones de euros de nuestros salarios. Por eso decidí denunciar.
Sea cual fuere la sustancia de la que están hechas las almas, estaba claro que la suya y la mía no eran idénticas. Eso hizo que me distanciara del partido, pero jamás de sus ideas iniciales, de lo que representa la izquierda en España y que, con actitudes como estas, jamás logrará ser hegemónica.
Ahora, con la reciente denuncia ante los juzgados por ser la fiscal encargada de la investigación de Podemos acusación y asesora del Gobierno a la vez, quedan confirmadas las tropelías que no tienen rubor en cometer los que un día fueron mis compañeros de partido.
Me duele España, y mucho, cuando pienso en lo que pudo haber sido y no fue. No queda otra que denunciar tantas veces como sea necesario estas actitudes, y recomponer la izquierda para lograr, de una vez, que este país tenga la izquierda que se merece.
Celia Cánovas Essard es candidata a la Generalitat por «Izquierda en positivo» y exsenadora de Podemos