Doce alcaldes de la periferia de Barcelona piden tener toque de queda para evitar botellones y 'raves'

Doce alcaldes de municipios del área metropolitana de Barcelona han solicitado a la Generalitat tener toque de queda para evitar un 'efecto llamada' que incremente los botellones en sus pueblos durante las fechas navideñas. Estas poblaciones temen que, con el cierre del ocio nocturno, los botellones y las 'raves' desborden sus policías locales, que no tienen hoy herramientas legales para limitar la movilidad nocturna.

En una carta firmada por los primeros ediles de Tiana, Alella, Teià, Vilassar de Dalt, Cabrils, Cabrera de Mar, Òrrius, Vilanova del Vallès, Vallromanes, Santa Maria de Martorelles, Martorelles y Sant Fost de Campsentelles (Barcelona), aseguran que no cuentan con «efectivos policiales suficientes» para evitar reuniones ilegales durante fechas como fin de año . El año pasado, sin ir más lejos, la verbena de año nuevo se prolongó más de un día en una fiesta ilegal tipo 'rave' en Llinars del Vallès (Barcelona).

Los alcades recuerdan que en septiembre ya tuvieron que limitar el acceso al Parc de la Serralada Litoral para evitar las concentraciones de que se producían. Además, avisan que estas reuniones dejaron el este espacio natural dañado y lleno de basura . Si el Govern rechaza extender el toque de queda a estos municipios, alternativamente proponen desplegar un dispositivo extraordinario y específico de Mossos d'Esquadra que ayude a garantizar la seguridad ciudadana.

En estos momentos, el toque de quedade una a seis de la madrugada decretado por la Generalitat de Cataluña afecta a 126 municipios. De estos, 117 son localidades de más de 10.000 habitantes y una incidencia acumulada de más de 250 casos por 100.000. Los nueve restantes son municipios que rodean estas poblaciones.