FASES DESESCALADA
Cataluña pide una "fase 0,5" para el área metropolitana de Barcelona
La Generalitat y el Ayuntamiento abogan por poder abrir tiendas sin cita previa a partir del próximo lunes
Flexibilizar algunas medidas de la fase 0. Este es el objetivo de la Generalitat de Cataluña, que, si ayer descartó solicitar que la ciudad de Barcelona y su área metropolitana pasaran a la fase 1 de desescalada, ha apostado este jueves por tener para esta zona una estrategia específica, gradual y sincrónica, una denominada «fase 0,5» que pudiera implantarse desde el próximo lunes 18 de mayo.
La propuesta prevé permitir un cierto relajamiento que abra la puerta, entre otros aspectos, a poder acudir a establecimientos comerciales sin cita previa, reactivar los museos o las actividades de culto religioso, en ambos casos con un tercio del aforo habitual, permitir hasta 10 personas en los velatorios, facilitar el servicio de préstamo de las bibliotecas y reabrir también escuelas y centros educativos para tareas administrativas y de desinfección.
El funcionamiento de gimnasios, los encuentros de hasta diez personas en los hogares o la reapertura de terrazas, actuaciones muy demandadas, quedan postergadas para más adelante. La fase 1, que las permitiría, se activaría el 25 de mayo, según los cálculos municipales y del gobierno catalán.
La iniciativa ha sido consensuada entre el departamento de Salud, el Ayuntamiento de Barcelona y los otros municipios afectados de las regiones metropolitanas norte, sur y Barcelona ciudad de acuerdo con las recomendaciones del comité técnico de Protección Civil y ha sido presentada este jueves al mediodía por las consejeras de Presidencia, Meritxell Budó, y de Salud, Alba Vergés, junto a la alcaldesa Ada Colau. El Gobierno tendrá que avalar ahora los planes autonómicos.
Zonas con alta densidad
«Pediremos que estas tres regiones puedan pasar de la fase 0 a una especie de fase 0,5», ha remarcado Budó. Vergés ha argumentado la petición poniendo énfasis en la idiosincrasia de las tres regiones afectadas: suponen solo el 9% de la superficie del país pero sus más de 5 millones de ciudadanos significan el 65% de la población catalana.
A pesar de confirmar que la incidencia del virus en estas zonas sigue bajando (en el caso de la ciudad de Barcelona, de 21 por cada 100.000 habitantes) y que se encuentran en fase de «riesgo bajo o moderado» , las portavoces del gobierno autonómico han pedido «no relajarnos ni pensar que esto está superado».
Colau, por su parte, ha pedido la máxima prudencia pero ha querido dar ánimos a los ciudadanos recordando cifras: si a finales de marzo, en la peor época, en la capital catalana se llegaron a producir hasta 750 diagnósticos diarios vía test, ayer esta cifra bajó a 55 .
Además, el Govern ha anunciado que también prevé solicitar que las zonas del Alt Penedès, Garraf y Baix Montseny, englobadas dentro de la región sanitaria de la provincia de Barcelona, puedan finalmente avanzar hacia la fase 1 desde el lunes, dado que su densidad de población e incidencia del virus es muy baja. Estas tres avanzarían en la desescalada junto a las regiones de Gerona, Lérida y Cataluña central.