La carretera de la Arrabassada, principal punto negro viario de Cataluña
Un estudio del RACC indica que el 30% de la red vial catalana presenta un alto riesgo de sufrir un accidente

La carretera de la Arrabassada, entre Barcelona y Sant Cugat del Vallès encabeza este año el ránking de los tramos de carretera con mayor riesgo de accidente grave o mortal en Cataluña, remontando al primer puesto, después de haber caído al quinto en años anteriores; según el estudio EuroRAP, que evalúa el riesgo de accidentalidad en más de cien países, y cuyos resultados han sido hoy presentados por el RACC .
Sobre este dato, Juli Gendrau, Director del Servei català de Trànsit, ha anunciado la licitación en enero de una obra de 900.000€ -que esta semana aún se encuentra en fase de aprobación técnica-, con los que se prevé instalar separadores centrales y balizamiento, así como mejorar las cunetas de algunos tramos de esta carretera de once kilómetros, con el objetivo de garantizar una mayor seguridad vial.
Por su parte, Pere Pons, Presidente Delegado del Área de Infraestructuras de la Generalitat de Cataluña, ha confirmado también estar «experimentando con diferentes sistemas y comportamientos para después decidir fijar criterios» en la incorporación de nuevos elementos como pinturas en la calzada y resaltos, que también contribuyan a reducir los accidentes en esta, y otras carreteras con mucha densidad de tráfico y riesgo de choque frontal.
Gendrau ha reconocido la peculiaridad la Arrabassada, por «el uso muy particular que se le da», el cual se trata habitualmente de prácticas recreativas en moto, como carreras ilegales, en ocasiones bajo la influencia del alcohol, drogas o psicofármacos (el 30% del total de fallecidos en las carreteras catalanas en 2020 dieron positivo en uno de los tres tests), hecho que Xavier Flores, Director General de Infraestructuras de Movilidad de la Generalitat de Cataluña considera que «no es un accidente, sino un delito», y que Gendrau ha elevado al término de «violencia viaria». En relación a ello, Pons señala que «las actuaciones que se están realizando no necesariamente atacarán a esta circunstancia».
El mismo estudio revela que los accidentes de coche se han reducido este año en un 40%, pese a que la pandemia sólo ha hecho minorar el 20% de la movilidad respecto al año pasado, pero que de todos modos, el 30% de la red vial catalana presenta un alto riesgo de siniestralidad . Con el informe en mano, Lluís Puerto, Director de la Fundació RACC, ha resaltado que el riesgo individual de un motorista es mayor al de cualquier otro tipo de conductor, puesto que, pese a representar el 5% de la movilidad en Cataluña, están involucrados en el 43% de los accidentes ocurridos en el último año.
Josep Mateu, Presidente del RACC, ha concluido con la presentación del objetivo de «crear una estructura vial digital para reducir la siniestralidad», que implicaría «modernizarla con nuevas tecnologías, para que los sistemas de seguridad de los futuros vehículos conectados pudieran relacionarse con la vía».
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