Caminar rápido 30 minutos al día modifica la expresión del ADN y nos protege del riesgo cardiovascular
Un estudio, basado en una muestra de 2.500 personas, revela el mecanismo genético que explica porque la práctica de ejercicio físico moderado beneficia nuestra salud
Que la práctica de ejercicio físico nos protege de las enfermedades cardiovasculares y algún tipo de cáncer como el de mama o colon, así como de una mortalidad prematura ya se sabía. Los mecanismos genéticos que hacen que la actividad física tenga ese beneficio en nuestra salud aún no. Una investigación liderada por el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) de Barcelona revela, por primera vez, que si practicamos diariamente ejercicio físico moderado como caminar deprisa, bailar, trabajar en el campo, etc... durante al menos 30 minutos al día nuestro ADN sufre cambios en su forma de expresarse y esa modificación en la expresión genética protege nuestra salud cardiovascular.
La investigación, publicada en la revista «Medicine and Science in Sports and Exercise» , revela que realizar ese ejercio moderado o vigoroso (práctica de deporte) causa cambios en nuestro ADN que influyen en cómo se leen nuestros genes y en su nivel de expresión y estas modificaciones genéticas actúan sobre uno de los elementos clave de nuestro protagonismo, los triglicéridos que, en altas concentraciones, incrementan el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
«La gente cree erróneamente que el ADN es algo que heredamos de nuestros padres y no puede modificarse. Es cierto que su estructura primaria es inalterable, aunque el estilo de vida sí puede modificar una parte de ese ADN, tiene un impacto en cómo se expresa la información que contienen nuestros genes. Nosotros al iniciar la investigación nos preguntamos si la actividad física estaría relacionada con un cambio en concreto, la metilación del ADN», afirma el doctor Roberto Elosua , coordinador del grupo de investigación del IMIM y último firmante del trabajo, en el que han colaborado el Grupo de Epidemiología y Genética Cardiovascular del IMIM, el Cibercv, Ciberesp, Ciberonc, el Instituto de Investigación Josep Carreras y la Facultad de Medicina de la UViC-UCC .
Sin alterar la estructura primaria del ADN
La metilación del ADN es un cambio químico en la molécula del ADN, sin alteración de la estructura primaria, la secuencia de letras, que determina el nivel de expresión de los genes, su capacidad para generar o no proteínas . El nivel de metilación del ADN se ha relacionado con diferentes enfermedades como el cáncer, las cardiovasculares, la diabetes y la obesidad, entre otras.
«En los análisis hemos observado que las personas que más practican actividad física de intensidad moderado-vigorosa, presentan unos menores niveles de metilación en dos sitios del ADN», explica la investigadora Alba Fernández Sanlés , una de las autoras principales del estudio. De hecho, este tipo de actividad es la que se recomienda a la población general para fomentar un buen estado de salud y es de la que se obtiene un mayor beneficio, según el estudio.
«Uno de los genes que encontramos con cambios en sus marcas de metilación está relacionado con el metabolismo de los triglicéridos . Ya se conoce que la actividad física disminuye sus niveles, por lo que nuestros datos sugieren que la metilación de este sitio del ADN podría ser un mecanismo mediador del efecto de la actividad física sobre ellos», afirma la experta.
Estudio de más de 400.000 marcas genéticas
Los investigadores han analizado datos de dos poblaciones occidentales, la catalana Regicor (Registre Gironí del COR) y la estadounidense Framinghan (Framingham Offspring Study). En total, han podido trabajar con los datos de la actividad física de 2.544 personas de entre 35 y 74 años , a partir de cuestionarios validados por la comunidad científica internacional. La metilación del ADN se estudió a partir de muestras de sangre de los voluntarios, y se analizaron más de 400.000 marcas repartidas por todo el ADN en cada una de estas personas.
Los investigadores creen que el estilo de vida afecta a la metilación de nuestro ADN y que estos cambios pueden estar asociados con mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. «En estudios previos también observamos que el consumo de tabaco modifica los niveles de metilación del ADN», afirma el doctor Elosua. A su entender, la investigación, que ha sido financiada con ayudas de la Generalitat y el Instituto de Salud Carlos III, «aporta datos científicos que ayudan a entender por qué el ejercicio físico es bueno para la salu d ».
Noticias relacionadas