La burra del Mobile World Congress

Qué gran acontecimiento éste del Mobile World Congress, que cada año que llega a Barcelona, y creo que son ya diez, y que es clavado al Día de la Marmota. Igualito al anterior. Tenemos la ventaja de que nuestra memoria no es tan estupenda como la de nuestro teléfono móvil, y se nos olvida que la cosa consiste en vendernos la misma burra, año tras año. No recuerdo las anteriores burras con detalle, pero, así, a botepronto, diría que la idea de futuro nunca visto es la misma que otras veces, como es la misma la foto de los chinos que miran extasiados a través de unas gafas de opereta la realidad virtual. No sé ustedes, pero yo me siento Bill Murray oyendo que el futuro es hoy y viendo la foto de los chinos mirando algo por una gafotas como de bucear en los años setenta. ¿Y cuántas veces nos han contado ya lo de que la ciudad está colapsada, los hoteles petados y que Zuckerberg ha sido visto en un restaurante del Borne…, y que Bill Gates ha intentado cenar en no sé qué sitio, pero estaba lleno?...

Como todos los años, en éste también se cuestiona si la ciudad está a la altura de la circunstancia y si la magna opereta del Mobile World Congress mantendrá su decisión de seguir celebrándose en Barcelona, a pesar de no sé qué huelga, no sé qué manifestación, reivindicación o chirigota secesionista que tanto afecta al deambular de los visitantes, en un número a tener en cuenta, pero que no sobrepasa el que domingo sí y domingo no se dirige al Camp Nou sin darse tanto pote o importancia. No quisiera menospreciar el hecho de que se nos muestre aquí, en Barcelona, el primer teléfono móvil que responde al silbido de su dueño o el que puede dejarse por la noche dentro de la pecera, pero, ¿Quién quiere silbarle a su móvil o comprarse una pecera para meterlo dentro?..., ¿y el rollo robots?, ¿hay algo menos apetecible que otro cachivache en casa al que, para que planche una camisa, habría que hacer un cursillo de robótica para convencerlo y, probablemente, planchar tú su delantal?... Mucho futuro el del Mobile World Congress, pero hay que ir a él en Metro, si se puede, y llevarte el cargador del móvil en el bolsillo, porque cada vez se descarga más rápido. La realidad virtual tiene su público, pero si quieres ver turismo asiático y de gorra de visera vuelta, ahí está la Sagrada Familia.