Ángel Hernández Guardia - Tribuna Abierta

Bendita y democrática mayoría absoluta

Los ahora reclamados «consensos» o «dialogo» por parte de las nuevas castas no son más democráticos, sino una forma de reclamar sus cuotas de poder

Hace ya más de cuatro años, desde estas mismas páginas, pedíamos al pueblo español que ejerciese su soberanía, concediendo al gobierno que tenía que sustituir al del PSOE de Zapatero una mayoría absoluta, para que pudiese revertir el camino a las distintas catástrofes a las que nos conducían las políticas socialistas, sin necesidad de cambalaches (pactos de elites partidistas), ni chantajes económicos o de privilegios a cambio de apoyos de partidos antisistema y anti nación española y el resultado ha sido positivo aunque con matices.

El pueblo español así lo hizo y los perdedores comenzaron un discurso de descalificación de la democracia española, calificando a la muy democrática voluntad del pueblo, de rodillo, de «aislamiento» político de la mayoría absoluta de los españoles y calificar al bipartidismo de «alternancia dinástica» ofreciendo como alternativa la fragmentación, el enfrentamiento ideológico y el caos político y social.

Hay que dejar claro, que el bipartidismo es mucho más democrático que el estéril pluripartidismo que deja las negociaciones, pactos y participación de las políticas de estado, en manos de las castas de los partidos, a espaldas del pueblo. La mayoría absoluta señala con absoluta transparencia y claridad los méritos y fallos del gobierno y del partido que lo sustenta en el Congreso.

Los ahora reclamados «consensos» o «dialogo» por parte de las nuevas castas no son más democráticos, sino una forma de reclamar sus cuotas de poder en el gobierno de los intereses generales, sin dar la cara y sin asumir las correspondientes responsabilidades ante sus votantes.

La mayoría absoluta otorgada directamente por los ciudadanos a un proyecto o programa determinado, es más auténtica, participativa y democrática, que las que conceden a los ciudadanos las llamadas democracias «participativa» «representativa» o «directa» de partidos, de modo que no nos dejemos confundir con las retoricas populistas de las nuevas castas, y mediante nuestro voto ejerzamos nuestra exigencia de transparencia, claridad y soberanía acumulando nuestra moderación, sin complejos, en una opción que se acerque al máximo a los intereses generales de los españoles y permita la gobernabilidad.

Hay cosas que reformar en el sistema constitucional español comenzando por la ley electoral, la división e independencia de poderes y la igualdad entre los ciudadanos, pero sin caer en demostrados falsos modelos, pretendidamente más democráticos.

Ángel Hernández Guardia es presidente del Moviment Cívic 12 de Octubre de Cataluña.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación