¿Baviera es una nación?

La ignorancia, como desde muy antiguo es fama, tiende por norma a lo audaz y atrevido. No obstante, pocos alardes colectivos de la más absoluta de las indigencias intelectuales pueden resultar parejos a esa cómica cascada de declaraciones públicas en las que altos (y altas) dirigentes del PSOE aseguran conocer, y de muy buena tinta, que la región alemana de Baviera posee el mismo estatus político y jurídico que Puerto Rico en su relación con los Estados Unidos de América. Pues aunque ni los propios bávaros hayan dado jamás señal alguna de saberlo, Baviera sería nada más y nada menos que una nación sin Estado (por lo visto, Alemania no dispone de Estado), un triste huerfanito de Leviatán desconocido.

Así, de entrada, a uno se le antoja difícil que alguien pueda llegar a confundir a la pobre Heidi de las montañas suizas con la próspera Múnich de las cervecerías. Pero justamente eso es lo que les ocurre a estas horas a los socialistas de Pedro Sánchez. De ahí que incluso la señora Narbona, ex ministra a la que habría que suponer unos mínimos de comprensión lectora, se le haya ocurrido deponer ante un micrófono que aquí, en España, puede haber naciones sin Estado, “como ya ocurre con Baviera en Alemania”. Pero Baviera, casi provoca un acceso de vergüenza ajena tener que escribirlo, ni es una nación sin Estado ni tampoco un pollo sin cabeza, a diferencia del actual PSOE. Porque procede ser algo más que lerdo para tomar la denominación oficial por la que es conocido el Land de Baviera, esto es la de «Freistaat» – «estado libre»– , por algo así como una especie de recordatorio de su imaginaria condición nacional segregada de la propia del resto de los territorios que integran Alemania. Hay que ser, sí, algo más que lerdo: hay que ser un ignorante enciclopédico con balcones a la calle. Ah, cuánta verdad había en el tango célebre: «Los ignorantes nos han igualao».