Barcelona, una torre de Babel con más de 300 lenguas
Un estudio de Linguapax pone en valor la diversidad cultural de la capital catalana
Una torre de Babel en pleno siglo XXI. La población de Barcelona habla ni más ni menos que 300 lenguas. Así lo muestra el informe de Linguapax Internacional publicado con motivo del Año internacional de las lenguas autóctonas declarado por las Naciones Unidas, un estudio que destaca que la capital catalana es un referente en la valorización de la diversidad lingüística.
Según el informe, en Barcelona viven 392.743 personas que han nacido en el extranjero y se hablan más de 300 lenguas. Tras el castellano y el catalán, las lenguas más habladas en Barcelona son bereber, árabe, urdu, bengalí, hindi, inglés, quechua, wólof y chino mandarín. También están entre las 38 más habladas el alemán, francés, vasco, gallego, ruso, georgiano, tagalo, italiano, aimara, armenio, bambara, búlgaro, diola y portugués.
"Barcelona es una ciudad muy diversa, en la que se hablan las lenguas de las muchas personas que han emigrado por razones económicas, los turistas que están de vacaciones, los visitantes que acuden a congresos y los profesionales que residen una temporada por razones de trabajo", señala la directora de Linguapax Internacional, Mònica Perenya.
Por todo ello, el informe llama a que la ciudad lidere «a escala internacional, el reconocimiento y la reflexión sobre la diversidad lingüística y cultural», y propone que abra al mundo sus experiencias, como ciudad dinámica e innovadora. También invita a mostrar los esfuerzos colectivos de conservación del catalán , sobre el que ha concluido que se ha convertido en una «lengua minoritaria cosmopolita» gracias a la persistencia de la sociedad, las organizaciones, las universidades y las administraciones.
De hecho, de las cerca de 7.000 lenguas vivas que hay en el mundo, 2.464 se encuentran en situación de vulnerabilidad. «Entre los movimientos migratorios y la imposición, todavía, de las lenguas coloniales en muchos países», el 40% de la población no tiene acceso a la educación en una lengua que comprende, lo que comporta que 617 millones de niños y adolescentes no llegan a los niveles mínimos de competencia lectora, ha señalado.