Barcelona suspende la concesión de licencias para «dark kitchens» durante un año

El ayuntamiento elaborará una normativa urbanística específica que sirva para regular y ordenar un sector que «está al alza»

Las «macrococinas», el fenómeno gastronómico para el reparto de comida a domicilio Adrián Quiroga

ABC

El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado hoy que suspende la concesión de licencias a las denominadas 'dark kitchens' durante un año para evitar la proliferación de estas macrococinas en la capital catalana. Durante este tiempo, el consistorio llevará a cabo un estudio y posteriormente elaborará una normativa urbanística específica que regule y ordene este sector al alza.

Esta suspensión, tal y como han explicado hoy viernes en una rueda de prensa la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, y el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, afectará a los establecimientos de platos preparados con obrador y cocinas industriales sin degustación . La concejal ha recordado que actualmente está en marcha un plan de choque para realizar un control «exhaustivo» de estas actividades y garantizar que se cumplen las regulaciones vigentes.

Esta suspensión viene motivada por las quejas de los vecinos de los barrios de Les Corts y Sant Martí ante la próxima apertura de negocios de este tipo en la zona. Sanz confirmaba que esta normativa afectará a estas dos macrococinas ya que hasta la fecha solo disponen de permiso de obras y no autorización para comenzar a mantener actividad. La concejal también ha reconocido que están investigando el caso de una hipotética macrococina en Travessera de Gràcia .

Por su parte, Collboni ha explicado que el ayuntamiento no «está en contra de la modernización y la digitalización », pero la instalación de este tipo de negocios « se debe hacer cumpliendo las normas y respetando la convivencia , la emisiones, la movilidad, la protección de la restauración y la economía local, especialmente en un momento en el que sufre los efectos de la pandemia».

Esta suspensión no afectará a las empresas dedicadas al catering ni a los ámbitos de Collserola y Montjuïc, las zonas industriales de la Verneda y Zona Franca y los entornos en los que ya pueda existir algún tipo de regulación específica o una suspensión vigente, como es el caso del proyecto de la «supermanzana» del Eixample. El ámbito de las macrococinas ha sido uno de los negocios que más ha crecido en la capital catalana durante la pandemia, locales en los que se instalan entre 25 y 40 trabajadores que elaboran comida que luego se entre a los 'reiders', lo que puede generar ruidos, olores, humos, vibraciones y afectaciones a la movilidad.

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