San Juan

Barcelona sueña con un verano normal en la segunda verbena pandémica

Las playas y las azoteas de la ciudad protagonizan una noche de San Juan plácida y sin apenas incidentes

¿Qué es un día festivo recuperable?

Noche de San Juan en Barcelona EFE

Miquel Vera

La verbena de San Juan marca el punto de partida del verano barcelonés. A pesar de que ayer el día empezó nublado y lluvioso, el clima respetó finalmente la magia de la velada más corta del año. También buena parte de la ciudadanía hizo su parte observando con relativa disciplina las recomendaciones oficiales . Así, en las playas, aunque llenas, se respetaron, esta vez sí, las medidas de seguridad que se vienen incumpliendo noche tras noche desde el fin del toque de queda.

De alguna forma, Barcelona se asomó anoche al verano suspirando por la normalidad en la que ha sido la segunda verbena de la pandemia de coronavirus. Si el año pasado se cerraron las playas, en esta ocasión el Ayuntamiento optó por limitar su uso, desplegar un importante (pero insuficiente) operativo policial e insistir en la necesidad de no repetir las imágenes de caos, desenfreno e incivismo que viene registrando la capital catalana desde hace semanas. Pese a todo, algunos incumplieron la orden de no entrar alcohol y aparatos de música en la arena y montaron pequeñas fiestas .

Con todo, gran parte de la población optó esta vez por quedarse en casa y desplazar sus celebraciones a las terrazas, las azoteas y, en menor medida, a casas rurales o alquiladas. Algunos incluso optaron por tirar cohetes desde sus propios domicilios, y no en las plazas, como se hace habitualmente. Afortunadamente, no se registraron accidentes de graves, aunque la noche fue frenética, como es habitual, para los telefonistas de emergencias , que ayer registraron 5.200 llamadas, mil más que hace un año.

Operativo de limpieza de la playa de la Barceloneta, este jueves EFE

Esta mañana, momento en el que protagonismo lo han tomado los operarios de limpieza, las autoridades municipales han hecho un balance positivo de una verbena que el teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle , ha definido como «tranquila, cívica y familiar» y con pocos incidentes destacables. Según el consistorio, que acabó cerrando algunas playas para evitar aglomeraciones, se han concentrado en estos espacios unas 25.000 personas, una cantidad muy inferior a la de 2019, y se han recogido ocho toneladas de residuos en estos espacios.

En cuanto a los fuegos, se han contabilizado 119 intervenciones por parte de los bomberos, 145 menos que hace dos años. En concreto, han intervenido en 64 incendios de contenedores, 13 de árboles, ocho de mobiliario público, seis hogueras, cinco fuegos forestales pequeños y dos en vehículos privados. También han contabilizado cinco personas con quemaduras, 14 agresiones y 68 intoxicaciones. Según ha detallado Batlle, las principales concentraciones se han producido en las playas y en las calles del centro, donde ya es habitual que se acumule gente sin verbena. «Ha habido el ambiente de fiesta que toca, pero sin ningún tipo de incidente» , ha resumido.

Donde también se vivió anoche una verbena especial fue en las discotecas . De hecho, muchas aprovecharon la noche de ayer, hoy es festivo en Cataluña, para reabrir tras la pandemia . Después de más de un año cerrados, los clubs, especialmente los que están a primera línea de mar, registraron ayer lleno absoluto. No obstante, según relata Betevé, muchos de quienes se acercaban hasta allí para hacer la primera copa tras meses sin pisar una pista de baile se toparon con unos precios en ocasiones abusivos , con locales que cobraron entradas de más de 50 euros por personas.

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